Señalan que saldrá en los próximos meses del país árabe un total de 500 militares británicos.
Un total de 500 soldados británicos saldrá de Irak en los próximos meses, informó ayer el Ministerio de Defensa de Reino Unido al anunciar el inicio de un plan para reducir su presencia militar en ese país, dado a conocer en julio pasado.
El anuncio tuvo lugar seis días después de que las tropas británicas salieron de su base en Basora, en el sur de Irak, tras la entrega parcial del control de la seguridad a las Fuerzas iraquíes, lo que generó especulaciones de una posible escisión con Estados Unidos.
Un primer grupo de 250 soldados regresará a Londres dentro de cuatro semanas y un contingente con igual número de efectivos hará lo propio en los próximos meses, detalló el ministerio, según reportes de la cadena British Broadcasting Corporation (BBC).
El retiro de los 500 soldados, miembros de un regimiento de combate, es parte de un plan anunciado en julio pasado para reducir a cinco mil el número de las tropas británicas desplegadas en esa nación musulmana.
El pasado domingo, unos 550 militares de Londres abandonaron su base en Basora, ubicada en un antiguo palacio del ex presidente Saddam Hussein y se estacionaron en las inmediaciones de esa ciudad, para continuar desde ahí su trabajo e intervenir en caso necesario.
El ministerio de Defensa afirmó, sin embargo, que las Fuerzas británicas conservarán sus responsabilidades de seguridad hasta que entreguen el control completo de Basora y continuarán el entrenamiento de las tropas iraquíes.
El ex primer ministro británico Anthony Blair anunció en febrero pasado una reducción de siete mil 100 a cinco mil 500 el número de soldados de Reino Unido en Irak y anticipó que bajaría a 5 mil una vez que los iraquíes tomaran el mando de Basora.
Desde hace cuatro años, las tropas británicas están a cargo de la seguridad de la provincia de Basora y de manera paulatina han transferido el control de varias ciudades a las Fuerzas iraquíes.
El actual primer ministro Gordon Brown ha rechazado establecer un calendario para el retiro completo de los soldados, argumentando que “sólo las condiciones en el terreno podrían determinar el tiempo en que deba concretarse la salida”.
Defenderá Bush su política para Irak
El presidente estadounidense George W. Bush concluyó ayer su participación en la reunión de la APEC y se preparaba para un nuevo enfrentamiento con el Congreso en torno al futuro de las Fuerzas de Estados Unidos en Irak.
Tras haber asistido al Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, Bush planea ofrecer un discurso por televisión la próxima semana para “presentar una visión” al pueblo estadounidense sobre el papel de Estados Unidos en Irak.
En su mensaje por radio de los sábados, grabado esta vez antes de que regresara a territorio estadounidense, Bush hizo un recuento de su viaje en el Día del Trabajo a la provincia iraquí de Anbar para visitar a los soldados en esa región y para “ver con mis propios ojos los cambios notables que están haciendo posible” con su presencia.
Los líderes tribales suníes, que trabajan con Fuerzas iraquíes y estadounidenses, ayudaron a expulsar a los extremistas de la red Al Qaeda, indicó Bush.
“El nivel de violencia ha bajado. Los gobiernos locales están reuniéndose de nuevo. Los jóvenes suníes se están integrando a la Policía y al Ejército. Y la vida normal está regresando”, indicó el presidente.
“El tener éxito en Anbar resulta crucial para el futuro democrático de Irak y para la guerra contra el terrorismo”, agregó.
Sin embargo, el líder de la bancada demócrata en el Senado, Harry Reid, se refirió al presidente en el mensaje semanal de su partido por radio y dijo que éste ha engañado al país y lo ha llevado a “una guerra mal planeada en Irak” antes de concluir la labor de aplastar a la red Al Qaeda.
El Ejército estadounidense no es culpable por los reveses sufridos en la guerra, afirmó el senador Reid. “Esos son errores del presidente Bush, y ya se le pasó el tiempo para que cambie sus políticas fallidas”.
