El Elíseo anunció ayer que el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy (izq.) y su esposa Cecilia, se separan, después de once años de matrimonio. (EFE)
Señalan que la separación, tras once años de matrimonio, entre Nicolas y Cecilia Sarkozy es de ‘consentimiento mutuo’.
Cecilia y Nicolas Sarkozy, que formaron durante años una mediática pareja de poder, oficializaron ayer su ruptura, poniendo fin a un falso “suspense” que era la comidilla del mundo periodístico y político desde hace unas semanas.
Después de anunciar a primera hora de la tarde, en un comunicado de quince palabras, la separación del matrimonio presidencial tras once años de matrimonio, el Elíseo puntualizó apenas tres horas después que los dos “se han divorciado por consentimiento mutuo”.
Sarkozy, que llegó al Elíseo el pasado 16 de mayo, es el primer presidente francés que se separa y divorcia durante su mandato.
El Elíseo no informó sobre las modalidades jurídicas u otras de la ruptura, pero la abogada de la ya ex pareja reveló que un juez “ha pronunciado el divorcio”.
“Todo se resolvió según los términos de un convenio de divorcio, que ha sido homologado por un magistrado. No ha habido ningún problema”, dijo la letrada en “Europe 1”, y agregó que los dos protagonistas arreglaron por consentimiento mutuo “todas las consecuencias de su separación”.
El jefe de Estado, de 52 años y Cecilia, que cumplirá los 50 el próximo 12 de noviembre, tienen un hijo en común, Louis, nacido en 1997, además de dos hijos y dos hijas, respectivamente, nacidos de sus primeros matrimonios.
La confirmación del divorcio pone fin a la situación surrealista que imperaba desde hace dos semanas, con los repetidos “sin comentarios” del portavoz del Elíseo a las preguntas sobre los rumores ensordecedores del inminente anuncio de la ruptura.
Desde el pasado 14 de julio Nicolas y Cecilia Sarkozy no han aparecido juntos en público en Francia. Los rumores de ruptura eran alimentados por las repetidas y espectaculares ausencias de la más rebelde de las primeras damas en actos oficiales.
Cecilia Sarkozy: rebelde primera dama
Cecilia Sarkozy, desde hoy oficialmente separada de su marido y presidente de Francia, ha sido probablemente la más imprevisible y transgresora de las primeras damas de la V República, un título que ha llevado durante unos cinco meses.
Las repetidas y espectaculares ausencias de Cecilia Sarkozy en actos oficiales desde el verano -el presidente y ella no han aparecido juntos en público desde el 14 de julio-, alimentaron los rumores y prepararon el terreno del anuncio de separación.
Pocas primeras damas de Francia habrán hecho correr tanta tinta, desde las portadas de las revistas del corazón que ensalzaron su “glamour” cuando Sarkozy sucedió a Jacques Chirac en el Elíseo el pasado 16 de mayo, hasta las “serias” que trataban desde el verano de desentrañar el “misterio” y el “enigma Cecilia”.
Una mujer de 49 años que quiere ser “libre” y que en 2005 decía: “¿Convertirme en primera dama? Eso me parece un tostón. No soy políticamente correcta (...) No entro en el molde”.
Lo dijo una mujer con gran influencia, dicen, sobre su marido, al que apoyó en las diferentes etapas de su carrera política, que culminó con su elección el pasado 6 mayo como presidente de Francia, una elección en la que ella no votó.
En desprecio del protocolo y de los deberes de una primera dama, se escapó de la cumbre del G8 en Alemania en junio tras apenas 24 horas; en agosto no acudió a un almuerzo con los Bush en Estados Unidos y este mes no fue a Bulgaria, que debía condecorarla por su papel en la liberación de las cinco enfermeras búlgaras en Libia.
Las imágenes de Cecilia bajando del avión oficial francés que traía de vuelta a Sofía a los sanitarios liberados a finales de julio son las últimas imágenes oficiales de ella.