Los duques de Lugo estaban bajo el ojo público desde hace tiempo. (EFE)
MADRID, ESPAÑA.- En un momento en que la atención pública está puesta en el rey de España, por su incidente con el presidente venezolano Hugo Chávez, se produce la primera separación en la historia de la monarquía ibérica: la de la infanta Elena, primogénita de Juan Carlos II y la reina Sofía, y Jaime de Marichalar, un aristócrata apasionado por la moda.
Ayer a las cinco y media de la tarde, hora de España, y a través de un escueto comunicado enviado a los principales medios, la Casa Real española anunció que la infanta Elena y su esposo, Jaime de Marichalar, “han convenido el cese temporal de su convivencia conyugal”.
El comunicado no especifica si tienen previsto divorciarse, como ha ocurrido con algunos miembros de otras casas reales europeas, aunque lo más probable es que no lo hagan, dado que es la primera separación oficial que se produce en la historia de la joven monarquía española, y no estaría bien visto.
Los duques de Lugo, que se casaron hace doce años en la ciudad andaluza de Sevilla, tienen dos hijos: Luis Felipe y Victoria, de nueve y siete años respectivamente, que continuarán viviendo con su madre en un lujoso departamento en el barrio de Salamanca de Madrid.
La noticia hecha pública ayer era un rumor que existía desde hacía años. El verano pasado, la pareja disfrutó sus vacaciones por separado. Mientras en agosto la hija mayor de los reyes de España viajaba con su hermana Cristina a Croacia, el duque de Lugo se quedaba en el Palacio de Marivent, la residencia oficial de los reyes en la isla de Mallorca.
Los rumores de crisis fueron tan intensos que, para acallarlos, la pareja decidió aparecer junta en el primer día de colegio de sus hijos, como hicieron los príncipes de Asturias, Felipe y Letizia.
Aquella no fue la única ocasión. De nuevo la infanta Elena y Jaime de Marichalar acudieron a un concierto en memoria de Rostropovich, al desfile que se celebró el Día de las Fuerzas Armadas y a la entrega de los premios de la revista Telva.
Sin embargo, esta semana de nuevo volvieron las especulaciones cuando se vio sola a la infanta en el Masters femenino de tenis y en la fiesta del 30 aniversario de la asociación de empleados de Iberia.
YA MUY DISTANCIADOS
Las desavenencias de la pareja vienen de mucho atrás. Hacia finales de 2001, Jaime de Marichalar sufrió
una isquemia cerebral que le dejó paralizado parte de su cuerpo. Las peleas eran habituales y para intentar recomponer la relación y alejarse de los medios, en 2002 él y la infanta Elena se trasladaron a vivir a Nueva York durante una temporada.
El duque de Lugo aprovechó para iniciar en esa ciudad un tratamiento. Unos meses después regresaron a Madrid. Se compraron un departamento de 500 metros cuadrados en la lujosa calle de Ortega y Gasset , en pleno barrio madrileño de Salamanca, que les costó tres millones de euros (más de 45 millones de pesos). Y allí comenzaron su nueva vida. Sin embargo, los rumores continuaron. Se decía incluso que llevaban vidas separadas y que deseaban acabar con su matrimonio, pero las presiones de los reyes se lo impedían. Finalmente hoy el rumor se convirtió en noticia.
Los duques de Lugo se casaron el 18 de marzo de 1995 en la catedral de Sevilla, protagonizando la primera boda real en España en 89 años. Fue tal la expectación, que desde el día anterior miles de personas dormían en la calle para ver el enlace de cerca.
