La muerte del comandante José Quiñónez no fue corroborada por las autoridades de la Procuraduría General de Justicia del Estado. Este sábado también se encontró sin vida a otro elemento de la UCCO; con éste son cuatro los miembros de esta corporación que murieron durante la jornada violenta.
Versiones extraoficiales aseguran que el comando armado que huyó pertenecen al grupo de los “Zetas”
El Siglo de Durango
Un comandante de la Unidad Contra el Crimen Organizado (UCCO) fue hallado muerto en las inmediaciones de la comunidad Pastorías, municipio de Indé; se presume que es José Quiñónez, elemento policiaco que se encontraba desaparecido desde el pasado lunes.
La versión de la muerte del comandante Quiñónez aún no ha sido corroborada por alguna autoridad de la PGJE, debido a que muestran total hermetismo sobre el caso.
Además, se informó por parte de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) que fueron dos los delincuentes que murieron en el enfrentamiento de este sábado y cuyos cuerpos se tienen identificados.
Según versiones de trabajadores de la dependencia, estos hechos tienen relación con las personas que fueron encontradas sin vida en el paraje Las Ventanas, así como el “levantón” de Marco Salgado, que fue privado de la libertad fuera de un puesto de mariscos ubicado en las inmediaciones de la carretera a Mazatlán, así como los que se presentaron afuera del bar Bambuz, contra Iván Sánchez, Cristian Martínez Cabrera, Juan Rojero y José Antonio Núñez Lozano.
Estos “levantones” los realizaron personas cuya descripción coincide con el comando armado que se presume son miembros del grupo de los “Zetas” y que se llevaron al comandante de la Unidad Contra el Crimen Organizado (UCCO), Sergio Muñoz, y que posteriormente fue ejecutado.
IDENTIFICAN CUERPOS
Asimismo, se informó por parte de la PGJE que se identificaron los cuerpos del comando que mató a los elementos de la UCCO; se trata de Raúl Pizarro Chávez, de 42 años de edad, quien es originario del municipio de San Bernardo, además de Antonio Azuna Tirado, de 40 años.
En el caso de Raúl Pizarro, se informó que tenía antecedentes penales por delitos contra la salud y delincuencia organizada y que formaba parte de un grupo llamado “Los Pizzarros”, una banda de hermanos que se dedica al narcotráfico en la zona colindante de Chihuahua y Durango.
Ozuna Tirado fue identificado por documentos que traía entre sus pertenencias; sin embargo, las autoridades carecen de antecedentes sobre su vida delictiva y se ignora de dónde es originario.
Los cuerpos de los maleantes se mantienen en la morgue del Servicio Médico Forense (Semefo) y aún no han sido reclamados por los familiares.
También se informó que el cuerpo del comandante Sergio Muñoz fue masacrado con 20 disparos en el pecho y por lo menos 12 más en el rostro.
Sin homenaje
A pesar de haber muerto en el cumplimiento de su deber, los elementos de la Unidad Contra el Crimen Organizado Jesús Rosales Acosta y Alfredo Monárrez Valverde, así como el mismo comandante Sergio Muñoz, no tuvieron homenaje en las instalaciones de la Procuraduría de Justicia del Estado.
La versión de la Procuraduría fue que uno de los elementos sería trasladado a Santa María del Oro, y que no era justo que uno no tuviera homenaje por lo que el procurador de Justicia, Jesús Gutiérrez Vargas, así como medios mandos de la misma corporación acudieron a los funerales y dieron el pésame a los familiares y amigos.