Una mujer española, afectada por una tetraplejia y que pidió que se le retirara el respirador que la mantenía viva, falleció a las 20:00 horas en el Hospital de San Juan de Dios de Granada, a donde había sido trasladada horas antes.
Antes de desconectarla de la unidad de ventilación mecánica que la mantenía “artificialmente con vida”, el equipo asistencial que la atendía adoptó las medidas necesarias para que no sufriese “ningún dolor” , informó ayer la Delegación Provincial de Salud.
Inmaculada Echevarría, de 51 años, que permaneció durante diez años hasta ayer en el Hospital San Rafael, gestionado por una orden religiosa, fue trasladada al centro médico San Juan de Dios, dependiente de las autoridades de Salud de la región de Andalucía, informaron ambas instituciones.
El traslado de Inmaculada Echevarría se produjo a instancias de los gestores del hospital San Rafael, unos días después de que el Gobierno regional de Andalucía -con los dictámenes favorables del Consejo Consultivo y del Comité Autonómico de Ética- aceptara la petición de ella de que le fuera retirado el respirador.
La paciente formuló oficialmente la solicitud el pasado mes de noviembre y el primero de marzo último la consejera andaluza de Salud, María Jesús Montero, comunicó que sería cumplida la petición de Inmaculada Echevarría de retirarle el respirador y que la fecha dependería de la propia paciente y de su grupo asistencial del Hospital San Rafael.
La consejera reconoció entonces que este caso ha abierto un debate “muy interesante” porque se ha delimitado la diferencia entre eutanasia y rechazo a un tratamiento previamente instaurado, como es la situación de esta paciente.