Aportan un plus a la certificación de empresas
El objetivo de ACCM es ayudar a las empresas a ordenar sus procesos para obtener mejores resultados en sus negocios
MÉXICO, DF.- Terminar con la vieja práctica de ordenar la empresa minutos antes de una auditoría es el reto de la Agencia para la Certificación de la Calidad y el Medio Ambiente (ACCM), creando conciencia en las organizaciones de que el hacer las cosas ordenadas les genera resultados tangibles y cuantificables en el aspecto de mejora de negocios.
ACCM les aporta comentarios sobre cómo hacer mejor las cosas, pero no al grado de una asesoría, porque ése no es el papel de un organismo de certificación, afirma Mauricio Cárdenas, responsable de la compañía para toda América.
“La empresa desarrolla actividades de certificación tratando de aportar algo más a los sistemas de gestión, contribuyendo a que las organizaciones sean rentables”, agrega el ejecutivo.
Antes se pensaba que los auditores eran una especie de policías o sancionadores de las empresas por hacer las cosas mal.
La filosofía de la firma es que los negocios logren una “certificación con sentido, y no quedarse únicamente en la no conformidad de los hallazgos negativos que se encuentran en una auditoría”.
Surgida en España hace 15 años, esta agencia llegó a México en 2005 bajo el mando de Cárdenas, con la intención de apuntalar las certificaciones para sistemas de gestión.
Mauricio Cárdenas explica que los organismos de certificación como ACCM son entidades independientes que se dedican a evaluar la conformidad de las empresas u organizaciones de servicios, sector público o industriales en el cumplimiento de normas mexicanas e internacionales.
El motivo, agrega, es “para dar confianza a los mercados de que el sistema de gestión de dichas organizaciones cumple con especificaciones, estándares de calidad y requisitos legales”.
Por ello, indica: “Sabemos muy bien el esfuerzo que supone poner en marcha un sistema de gestión por lo que en ACCM desarrollamos auditorías bajo la premisa de hallar todas las evidencias posibles que demuestren el cumplimiento de la norma de referencia elegida, nunca a la inversa”.
Antecedentes en México
Aunque estas actividades iniciaron con la ISO 9001, que data de 1987, sino fue hasta mediados de la década de los 90 que tuvieron aplicación en México.
Con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, en 1994, las empresas mexicanas comenzaron a certificarse ya con la segunda versión de la ISO 9001.
En Jalisco se impulsó en gran medida esta práctica, reconoce Cárdenas. Las exigencias de la industria eléctrica, electrónica y automotriz era mayor en ese Estado, y fue donde se registró el boom.
De 1994 a 1998 muchas empresas se certificaron, recuerda el directivo de ACCM, sin embargo, después del año 2000 algunas de las compañías que obtuvieron este registro inicialmente lo perdieron años después, ya que no continuaron con la modificación de la ISO 9001 de ese año.
Explica que esta tendencia se debió al cambio de enfoque entre las normas de 1994 y del 2000, al pasar de cumplir requisitos a identificar procesos estableciendo indicadores. La próxima revisión de esta norma se espera para 2008.
“Mucha de la desilusión de las empresas con la certificación durante esa época fue que no veían resultados tangibles y cuantificables en el aspecto económico o traducidos en utilidades”, expone el directivo, porque “el pensamiento de algunos empresarios es: ‘si no tengo la certificación, mis clientes en otros países no me van a comprar’”.
Y agrega que en sistemas de gestión de calidad es la Norma ISO 9001 versión 2000 que es la vigente, establece un sistema administrativo a través del ciclo de mejora continua, que es planear, hacer verificar y actuar.
Precisa que para que los organismos de este tipo puedan operar necesitan contar con acreditaciones de los diferentes países en los que actúan. En el caso de México, ACCM tiene la validación de la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA), para sistemas de gestión de calidad, que hasta el momento ha avalado a 33 organismos a nivel nacional.
ACCM es firmante del Pacto Nacional de Acreditación promovido por la EMA, cuya finalidad es fomentar el uso de entidades acreditadas en México para fortalecer el Sistema de Metrología, Normalización y Evaluación de la Conformidad (SISMENEC), con el fin de que toda la estructura acreditada en el país la aprovechen los posibles usuarios, garantizándoles apego a principios de ética transparencia y confidencialidad.
Entre los clientes de la Agencia están el gobierno de Baja California Sur, la Universidad Autónoma de Baja California, el mercado electrónico para suministros de Pemex Gas y Petroquímica Básica, la Administración Portuaria Integral (API) de BCS.
El enlace entre Europa y América, agrega el directivo, promueve a que en el país se aliente la implementación de sistemas basados en normas internacionales que ayudan a la competitividad en las empresas mexicanas, mismas que son certificadas por ACCM.
Dichas normas, entre otras, son la ISO 9001:2000, para sistemas de gestión de calidad, la cual garantiza a los clientes que los productos o servicios que ofrecen sus proveedores cumplen con los requisitos establecidos por ellos.
La ISO 14001:2004, para sistemas de gestión ambiental, permite a las empresas identificar los aspectos e impactos que sus actividades provocan a la ecología desarrollando un programa de administración ambiental que estará en cumplimiento con requisitos legales y regulatorios.
La ISO 22000:2005, para esquemas de inocuidad alimentaria, es aplicable a los procesos relacionados con los alimentos, desde su generación, producción y comercialización hasta llegar al consumidor, garantizando que se identificaron los riesgos potenciales y se controlaron los peligros de que exista contaminación, física química o microbiológica.
La OHSAS 18001, para salud y seguridad ocupacional, coadyuva al cumplimiento con requisitos para mantener y mejorar las condiciones de seguridad e higiene relacionadas con las actividades que se llevan a cabo en las organizaciones.
