El presidente de EU, George W. Bush, se acercó ayer a un grupo de simpatizantes frente a un café en Tirana, Albania. (AP)
Señala el presidente de EU que, pese a la oposición de Rusia, la ONU debe decidir ya el futuro de Kosovo.
El presidente de EU, George W. Bush, dijo ayer que la ONU debe decidir ya el futuro de Kosovo, pese a la oposición de Rusia a la independencia de esa provincia serbia de mayoría albanesa y que si no se logra un acuerdo habrá llegado el momento de decir “ya es bastante, Kosovo es independiente”.
Bush señaló que los representantes de su país negociarán “con los diplomáticos rusos y de la Unión Europea para buscar una posición común y que “hay que hacer un esfuerzo para encontrar una manera de forma que todo el mundo diga es una buena idea”.
“Pero si no se encuentra, llega un momento, más pronto que tarde, en que se tiene que decir, ya es bastante, Kosovo es independiente”, subrayó el presidente estadounidense.
Fuentes de la Casa Blanca precisaron posteriormente que EU “sólo opera en el marco del Consejo de Seguridad de la ONU”, con el fin de evitar que pudiera interpretarse que Bush se estuviera refiriendo al posible reconocimiento unilateral de la independencia de Kosovo por parte de la Administración norteamericana.
En una comparecencia ante la prensa junto al primer ministro albanés, Sali Berisha, Bush señaló que la Secretaria de Estado, Condoleezza Rice “va a presionar con fuerza para ver si podemos alcanzar un acuerdo y si no, vamos a tener que actuar, porque la independencia es el objetivo”.
El proceso en la ONU sobre el futuro de Kosovo está actualmente paralizado debido a que Rusia se opone a su independencia y ha amenazado con usar su derecho de veto para bloquear cualquier resolución en este sentido en el Consejo de Seguridad.
“Hay que impulsar el proceso, ahora es el momento”, dijo Bush.
El plan sobre la mesa fue elaborado por el enviado especial de la ONU, el ex presidente de Finlandia Martti Ahtisaari y contempla la independencia bajo tutela internacional de esa provincia serbia de mayoría albanesa.
Según la propuesta, la Unión Europea vigilaría los acontecimientos en la provincia durante por lo menos dos años, un tiempo durante el cual establecería instituciones que protejan a la minoría serbia.
“Creemos de forma enérgica en la independencia” de Kosovo, reiteró Bush, tras una reunión con Berisha en la sede de la jefatura del Gobierno, en el centro de Tirana.
“Debemos hacer que se avance (en el proceso en la ONU) y el resultado final es la independencia”, remarcó Bush, que ayer se convirtió en el primer presidente de EU en visitar Albania.
Bush pidió al Gobierno albanés que interceda para “mantener la calma” en Kosovo durante la transición.
‘Bushy’ se da ‘baño de pueblo’
El presidente de EU, George W. Bush, se dio ayer un baño de multitudes frente a un café cercano a Tirana, donde besó, se dejó besar y hasta firmó autógrafos como una auténtica estrella de rock.
Bush avisó a la prensa con anticipación: “Vais a ver a alguien ganarse a la multitud”, dijo dentro del Café Cela, un pequeño negocio en Fusche Kruje, en las inmediaciones de Tirana, que está financiado con microcréditos proporcionados por la Agencia de Desarrollo de EU (USAID, en inglés).
Y dicho y hecho, sin corbata y con las mangas de la camisa remangadas, se puso a saludar a la gente fuera del Café, que le esperaba con banderas estadounidenses y coreaba “Bushy, Bushy, Bushy”.
Bush, el primer presidente de EU en visitar Albania, estrechó manos durante al menos 20 metros, mientras la gente, emocionada, le tocaba los brazos, los hombros y la cabeza, donde también se ganó algunos besos. Los agentes del servicio secreto miraban nerviosos en todas las direcciones.
En cuanto parecía que iba a ser engullido por la multitud, de la que le separaba una valla, un agente del servicio secreto le sujetaba por la cintura.
Bush se dirigió a su automóvil, un todoterreno negro, pero en lugar de entrar se quedó de pie, subido al vehículo y agarrado al capó, para escuchar los gritos de júbilo y los aplausos de la gente. Volvió hacia la multitud, se hizo fotos, abrazó a una anciana y repartió besos. Bush parecía de nuevo un candidato.