EL UNIVERSAL
París, Francia.- Más de 45 países de los cinco continentes se unieron ayer en el ?Llamamiento de París? a favor de una movilización internacional ?contra la crisis ecológica? y por la creación de la Organización de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (ONUMA).
?Hoy sabemos que la Humanidad está destruyendo, a una velocidad aterradora, los recursos y equilibrios que han permitido su desarrollo y que determinan su futuro? y ?ha llegado el momento de reconocer que hemos llegado al límite de lo irreversible, de lo irreparable?, afirmaron en el texto que cerró la conferencia de París ?Ciudadanos de la Tierra? para un Gobierno ecológico mundial.
El ?solemne? llamamiento por ?una gran movilización internacional contra la crisis ecológica y en pro de un crecimiento respetuoso del medio ambiente? fue leído por el anfitrión de la conferencia y presidente de Francia, Jacques Chirac, en su residencia del palacio del Elíseo, ante los aproximadamente doscientos participantes en la reunión (funcionarios, empresarios o expertos de más de 50 países).
Cuarenta y seis países y la Comisión Europea integran el ?grupo pionero? constituido para promover la creación de la ONUMA y que celebrará su primera reunión la próxima primavera en Marruecos.
En este ?club de amigos? están casi todos los países de la Unión Europea, incluida España, que apoya ?con entusiasmo? la iniciativa, en palabras de su ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona.
También hay países de América Latina (Chile, Costa Rica, Ecuador y Guatemala), África, Asia y Oceanía, pero faltan grandes países emergentes como Brasil, China o la India.
Entre los grandes ausentes está también Estados Unidos, cuyo presidente, George W. Bush, rechazó el Protocolo de Kioto sobre la reducción de emisiones de gases causantes del calentamiento global del planeta, que se acelera de forma alarmante. La conferencia se abrió el viernes bajo la advertencia lanzada ese día por el Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) con sus nuevas proyecciones sobre la subida de las temperaturas y del nivel de los mares a lo largo del siglo.
?Conscientes del coste de la inacción, nos comprometemos, cada uno en su ámbito, a hacer de la preocupación por el medio ambiente el centro de nuestras decisiones e iniciativas? y a tomar las medidas ?indispensables para conjurar los peligros que amenazan la supervivencia misma de la Humanidad?, reza el llamamiento.
Además de presionar por la creación de la ONUMA, ?una auténtica organización internacional de composición universal? que reemplace al actual Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), los firmantes abogaron por una Declaración Universal de los Derechos y Deberes Medioambientales.
Una carta que garantice a las generaciones presentes y futuras ?un nuevo derecho humano?: ?a un entorno sano y preservado?.
Los autores del ?llamamiento? se comprometen a optar por un ?crecimiento ecológico?, rechazando el modelo ?basado en el despilfarro desenfrenado de recursos naturales y la contaminación?, y a integrar los costes medioambientales en los sistemas económicos.
?En esta responsabilidad colectiva el esfuerzo debe compartirse equitativamente entre los países más ricos, los países emergentes y los países menos avanzados?, aseguraron, al pronunciarse por más transferencias tecnológicas y financieras y por mecanismos de financiación innovadores para ayudar a los más pobres a adaptarse.
Al llamar a ?todos? los países ?sin excepciones? a unirse a este combate, Chirac reconoció que queda ?mucho por hacer? para convencer a todos los países ricos y los grandes emergentes.
?Encerrados en una especie de mito liberal?, los países ricos ? rehúsan aceptar las consecuencias de sus actos?, dijo, en una velada alusión a EU y señaló que los grandes países emergentes ?no quieren limitaciones? en su afán de subsanar su retraso.