Su trabajo consiste en ayudar a los damnificados a limpiar las calles y las viviendas.
EL SIGLO DE TORREÓN
PIEDRAS NEGRAS, COAH.- Por la mañana la plaza que se encuentra en medio de Villa de Fuente, al sur de Piedras Negras, estaba repleta de camisetas y gorras de colores rojo y verde.
Eran más de mil voluntarios que se incorporaron desde temprano a las labores de limpieza y de restauración del sector que fue devastado el martes por un tornado que azotó esta parte del noreste del país.
Todos recorren ahora cuadra por cuadra. Cada una de las viviendas que la tormenta daño y destruyó.
Su trabajo consiste en ayudar a los damnificados a limpiar las calles y las viviendas.
“La intención es que todo lo que no sirva, todos los escombros que haya dentro de las casas ustedes lo pongan a fuera, sobre las calles. Ahí van a llegar los camiones y el personal del Gobierno del Estado y del Municipio para retirarlo”, fueron las instrucciones que desde un altavoz soltó el gobernador Humberto Moreira Valdés, trepado en lo que quedó del viejo kiosco de la plaza.
Entre los voluntarios hay estudiantes de preparatoria y universidad, amas de casa, integrantes de coros de iglesia, un grupo de religiosos de Texas, pero el mayor contingente lo conforman profesores de la Sección Cinco del Sindicato Magisterial.
“Esto nos va a permitir iniciar en menos de una semana con la reconstrucción de la zona. Hay muchos daños, hay cientos de viviendas destruidas, empresas, pequeños talleres y comercios. Tenemos que echar mano de todas las manos disponibles para lograr que Piedras Negras se levante”, aseguró el gobernador.
A tres días de la tragedia el recuento de los daños está más claro y con facilidad van a llegar a varios cientos de millones de pesos.
Tan sólo la Comisión Federal de Electricidad, que originalmente había estimado los daños en su infraestructura en 50 millones, ayer le tuvo que sumar cinco millones de pesos más a la lista de pérdidas.
Al menos una tercera parte de las 434 casas con daños que fueron valoradas por los brigadistas están completamente destruidas.
Los comercios devastados no terminan por abrir debido a que por un lado hay daños importantes en su estructura, los aparatos eléctricos que el aire no sacó a la calle están desechos y los empleados están en sus casas o en las de familiares ayudando a la restauración.
Aún con todo, Piedras Negras parece no haber caído en el desánimo.
