Califica Ban Ki-Moon la declaración como un triunfo histórico para los indígenas en el mundo.
La Asamblea General de la ONU aprobó ayer, tras dos décadas de negociaciones, la primera Declaración sobre Derechos de los Pueblos Indígenas, un punto que se considera un hito histórico para estas comunidades.
El texto fue aprobado ya en junio de 2006 por la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que sesiona en Ginebra, para luego ser debatido en la Asamblea General, donde por las reticencias de algunos miembros se pospuso su revisión hasta este año.
Para su entrada en vigor se requería la aprobación de la Asamblea, que ayer dio por fin su visto bueno, con 143 votos a favor, 4 en contra (Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda) y 11 abstenciones.
En la votación estuvieron ausentes algunos de los 192 estados miembros del organismo.
La Declaración de 12 páginas no es vinculante. Quienes se oponen consideran que otorga demasiados poderes en términos legales y de propiedad a estas comunidades.
Uno de los puntos más polémicos es el que asegura que los indígenas “tienen derecho sobre las tierras, territorios y recursos naturales que han poseído tradicionalmente, ocupado, usado o adquirido”.
No obstante, en las negociaciones se incluyó una cláusula en la que se precisa que nada en el texto puede dar paso a una acción que resulte en el desmembramiento parcial o a la división política de un Estado.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, calificó el hecho de “triunfo histórico para los indígenas alrededor del mundo”.
Dijo que la votación marca “un momento histórico en el que los estados miembros y los pueblos indígenas han reconciliado sus dolorosas historias y han decidido mirar hacia delante juntos en el sendero de los derechos humanos, la justicia y el desarrollo para todos”.
Ban urgió a los estados miembros a comprometerse con la declaración para que deje de ser un papel y se convierta en realidad.
El texto anima explícitamente a que los estados y estas comunidades trabajen y cooperen en armonía.
La Asamblea General de la ONU proclamó desde enero de 2005 el Segundo Decenio Internacional de las Poblaciones Indígenas del mundo.
La meta de este Segundo Decenio es continuar fortaleciendo la cooperación internacional para la solución de los problemas a que se enfrentan los pueblos indígenas.
