El jugo de arándano desacelera tanto el desarrollo como la propagación de algunas células cancerígenas.
El jugo de este fruto podría ser una nueva opción para las pacientes cuyo cáncer ovárico se ha vuelto resistente al tratamiento médico.
Beber un vaso de jugo de arándanos es toda una experiencia de sabor, eso lo saben quienes lo han probado; de este fruto quizá lo que se conoce poco es que podría ser un arma secreta y efectiva en la batalla contra el cáncer ovárico.
En términos médicos puede decirse que el jugo de arándanos puede incrementar la sensibilidad a la quimioterapia en una paciente con cáncer ovárico.
En experimentos realizados en laboratorios, los investigadores encontraron que un tratamiento previo de las células de un tumor ovárico con este jugo incrementó seis veces el poder destructor de los medicamentos contra el cáncer.
Está claro que no sustituye un tratamiento médico, como apunta Ajay P. Singh, autor y líder del estudio e investigador asociado y químico de productos naturales, que trabaja en el departamento de Biología y Patología de las plantas en Rutgers University.
Agrega que “no lo consideramos como un medicamento, pero ya es de conocimiento general que el arándano contiene antioxidantes que fortalecen el sistema inmunológico y refuerzan el cuerpo, previenen las infecciones en las vías urinarias y ayudan a combatir las enfermedades cardiovasculares”.
Y, sostiene el especialista, “entonces sabíamos definitivamente que los arándanos no dañan a los pacientes con cáncer y ahora descubrimos que en realidad aumentan varias veces la sensibilidad a la quimioterapia”.
Científicos involucrados en el estudio no dejan pasar por alto que el descubrimiento todavía se encuentra en la fase experimental y preliminar, pero —dicen— podría ser una nueva opción para las pacientes cuyo cáncer ovárico se ha vuelto resistente al tratamiento.
CIENCIA PURA
El doctor Robert Morgan Jr., jefe de la sección de Oncología Ginecológica Médica del City of Hope Cancer Center en Duarte, dice: “Creo que ésta es una rama de investigación muy fértil y prometedora. Pero necesitamos comprobar esto a través de pruebas clínicas y es necesario verificar los niveles del compuesto necesario y cuál agente activo en el jugo de arándanos está realmente causando este aumento en la sensibilidad”.
Añade: “Está claro que los arándanos no son tóxicos y que los compuestos que contienen son parte de la familia de los flavonoides que se encuentran en las semillas de la uva, que han demostrado ser potencialmente benéficos en el cáncer de mama. Entonces, es evidente que aquí no existe el riesgo de algún daño. Solamente hay mucha investigación que es necesario realizar”.
En general, “el tratamiento con quimioterapia se concentra en los medicamentos platino, como cisplatino y paraplatino. Pero muchas mujeres desarrollan resistencia terapéutica y necesitan tomar dosis cada vez más altas, que a su vez incrementan el riesgo de daños a los nervios e insuficiencia renal”, comenta.
EN EL LABORATORIO
El resultado de las pruebas: las células previamente tratadas con el extracto de jugo fueron destruidas a una velocidad seis veces mayor que las células no expuestas a los componentes del arándano.
El jugo parecía desacelerar tanto el desarrollo como la propagación de algunas células cancerígenas.
Los investigadores dijeron que todavía no está claro la forma como el jugo de arándano podría destruir las células del cáncer ovárico, aunque la clave podría ser el antioxidante excepcional que contiene, o sea las proantocianidinas “tipo A”.
Este antioxidante específico no está presente en otras frutas y parece fijarse en las proteínas del tumor en las células ováricas cancerígenas y bloquear su actividad, aumentando la sensibilidad a la quimioterapia.
Singh advierte que está por verse si el efecto de los arándanos sobre la quimioterapia puede repetirse fuera del laboratorio.
