El dirigente nacional del PAN, Manuel Espino, a su arribo a Roma, Italia, para acompañar al presidente de México, Felipe Calderón en su gira de trabajo por Europa. (Notimex)
Roma, Italia.- Con tono afable, amplia sonrisa, y tras saludarse con un efusivo abrazo, el jefe de la oficina de la Presidencia, Juan Camilo Mouriño, y el presidente nacional del PAN, Manuel Espino, intentaron mostrar signos de reconciliación entre la dirigencia blanquiazul y el círculo cercano al presidente Felipe Calderón, luego de las divisiones que dejó la XX Asamblea Nacional que se realizó el sábado en León, Guanajuato.
Incluso el presidente Calderón tomó la iniciativa de acercarse a saludar a Espino, quien se encontraba platicando con el líder de la Internacional Social Demócrata, Pier Ferdinando Casini, en el lobby del Hotel Saint Regis, donde se hospedó la comitiva presidencial.
Aunque estaba contemplado dentro del grupo que acompañaría al mandatario en la visita oficial al Vaticano, Espino se incorporó por la tarde a la gira presidencial, luego de perder, según explicaron fuentes oficiales, un vuelo de conexión en Nueva York.
- ¿Manuel, cómo te va?, preguntó en tono conciliador el primer Mandatario.
- Muy bien presidente, le devolvió el duranguense.
Pero fue más evidente el caluroso saludo de Juan Camilo Mouriño, a quien Espino responsabilizó directamente de la derrota electoral de Xavier Abreu en Yucatán, por haber mandado desde Los Pinos, según el líder panista, operadores políticos que operaron en contra del CEN.
Ambos políticos no se inmutaron por la presencia de un grupo de reporteros que esperaban a Espino, y por el contrario, se dejaron fotografiar mientras intercambiaban gestos de cortesía. Apenas unos minutos antes, el presidente Calderón se había referido a lo ocurrido el sábado en León.
“Ciertamente me siento muy agradecido por las muestras de respaldo que recibí en el momento en que estaba hablando, sentí el apoyo y el afecto de los panistas, fue un momento muy emotivo”, refirió.
Aseguró que hará todo lo posible para fortalecer la unidad en el panismo “sin excepciones” y evitar así que prevalezcan visiones de grupo.
Y aunque evitó referirse a la rechifla que le propinaron los asambleístas a Espino, confió en que una vez decidida la distribución del Consejo Nacional, con una amplia mayoría calderonista, “las cosas van a ir bien de ahora en adelante”.
No estoy desanimado: Espino
El político duranguense aseguró que no se siente desanimado por las manifestaciones de repudio que recibió durante su intervención en la Asamblea Nacional. “Si me sintiera desanimado para empezar me hubiera quedado en México a atender este tema”, expuso.
Y aún cuando no dio muestras de molestia, sí reprochó las acciones concertadas en su contra por quienes intentaron desestabilizar la Asamblea, las cuales dijo conocer desde varios días antes.
“Yo creo que se cometió un grave error porque se atenta contra la vida y el orden institucional, y porque en el partido podemos disentir como siempre lo hemos hecho, podemos tener puntos de vista divergentes como siempre los ha habido, pero siempre se han dirimido de frente en la tribuna no ocultos en una muchedumbre”, dijo.
En tono enfático rechazó que la elección de candidatos fuera una disputa entre él y el presidente Calderón, por ser un ángulo atractivo para los medios de comunicación.
“No hay tal cosa, nunca estuvimos en disputa él y yo por el control del Consejo”, refirió.
Ven a dirigente panista como factor de división
Manuel Espino se ha convertido en un factor de división dentro del PAN y debe renunciar a la dirigencia si quiere contribuir a la unidad y la fortaleza de su partido, coincidieron ayer las analistas políticas Denise Dresser y Soledad Loaeza.
Entrevistadas por separado, las dos académicas consideraron que la rechifla de la que Espino fue objeto el sábado pasado en la asamblea nacional de su partido, es una señal de su falta de liderazgo al interior del panismo.
"Yo estoy de acuerdo con Rodolfo Elizondo en que después de esto (la rechifla), iba a ser muy difícil que Espino tuviera la capacidad de consensar, de liderar, de ser visto como un factor de unidad dentro del partido.
"Creo que para muchos es visto como un factor de división y ante eso me parece que difícilmente podría ejercer un liderazgo productivo para el partido, ojalá que se retire y lo haga dignamente para bien de su partido", señaló Dresser, académica del ITAM.
Para Loaeza, investigadora de El Colegio de México, Espino tiene que aprender a perder y darse cuenta que los panistas a quienes reconocen como su líder natural es al presidente Felipe Calderón.
"Para los panistas es un insulto que el líder del partido se haya planteado como un adversario del Presidente Calderón, creo que ahí fue un error de estrategia por parte de Espino que le costó muy caro", dijo.
Dresser agregó que una de las lecciones de la asamblea es la intención de los panistas de buscar una nueva relación entre la presidencia y el partido.
