El último en recibir su inducción fue el ex receptor de Vaqueros de Dallas, Michael Irvin, presentada por el dueño de la franquicia texana, Jerry Jones, y con el que llegaron al Super Tazón en tres ocasiones. (AP)
Inician hostilidades Pittsburgh y Nueva Orleáns en el tradicional Juego del Salón de la Fama.
La espera llegó a su fin, la actividad de la NFL comienza hoy con el tradicional Juego del Salón de la Fama, duelo que inicia las hostilidades en la Liga de pretemporada después de una pausa de cinco meses.
La ciudad de Cantón Ohio, donde se encuentra el Salón de la Fama de la Liga Nacional de Futbol Americano (NFL, por sus siglas en inglés) es como siempre sede del esperado juego, y para este año Acereros de Pittsburgh y Santos de Nueva Orleáns estarán frente a frente para iniciar las actividades.
Acereros de Pittsburgh viene de una campaña decepcionante en la que las lesiones y problemas extra cancha acabaron con un año que prometía mucho después de obtener el Súper Tazón XLI, en temporada increíble del mariscal de campo Ben Roethlisberger.
Pero “Big Ben” tuvo una accidente de motocicleta que casi le cuesta la vida, perdió los campamentos de entrenamiento, y cuando regresó para iniciar pretemporada se fracturó el dedo pulgar de la mano derecha.
Esto le costó caro, pues tardó mucho tiempo en recuperar el nivel y el ritmo con que guió al conjunto negro y oro a la conquista del anhelado quinto anillo de Súper Tazón.
Pero no sólo fue esta situación la que acabó con una campaña que incluso prometía un bicampeonato, los aficionados vivieron con tristeza el retiro del amado “Autobús”, Jerome Bettis, quien dejó un hueco enorme de cubrir en el back field de los Acereros.
Al final de la campaña Bill Cowher decidió retirarse y dejó el sitio para que lo tomará Mike Tomlin, quien inicia una era en Pittsburgh al convertirse en el primer entrenador en jefe de color en la historia de la franquicia.
Tras desempeñarse como coordinador defensivo con Vikingos de Minnesota, Tomlin deberá mostrar que la nueva “cortina de acero” con Troy Polamalu como su máxima figura, es capaz de llevar al equipo nuevamente al juego grande.
Por su parte Santos de Nueva Orleáns vivió la otra cara de la moneda, después de un año difícil y complicado en el 2005 tras los desastres causados por el huracán Vilma, que provocó daños en el Superdome.
Esta situación dejó sin hogar a Santos, que tuvo que vivir un año errante y jugar en el Alamo Dome y en el Estadio de la Universidad de Louisiana, sin el apoyo de su afición.
Pero en 2006 las cosas cambiaron radicalmente, la suerte estuvo de su lado providencialmente, cuando Texanos de Houston eligió como la primer selección global a Mario Williams y permitió que Nueva Orleáns tomará al corredor Reggie Bush.
Bush se convirtió en la bujía de la ofensiva de Santos, que adquirió en la agencia libre al mariscal de campo Drew Brees, para conformar un ataque explosivo, con espectaculares receptores como Donte’Stallworth y Joe Horn.
Además llegó al equipo el joven entrenador en jefe Sean Payton para darle una nueva cara al equipo, que desde el primer juego sorprendió con un imponente triunfo para continuar así hasta conquistar el título de la División Sur contra todo pronóstico.
Nueva Orleáns disputó el Juego por el Título de la Conferencia Nacional, al cual llegó como favorito por tener el mejor ataque de la Liga, y al quarterback número uno de la NFL en yardas ganadas.
Desafortunadamente cayó ante Osos de Chicago 39-14, pero para esta temporada luce como serio contendiente para pelear por el campeonato de la vieja Liga.
Esta es la primera ocasión en la historia de la franquicia en que el equipo juega el tradicional partido del Salón de la Fama.
Acereros y Santos abren de manera oficial la pretemporada en la NFL, que comenzará el jueves nueve de agosto con los partidos entre Indianápolis y Dallas, así como el Cincinnati-Detroit.
