CD. LERDO, DGO.- Desde 2001 se habla de la construcción de la planta tratadora de aguas residuales de Lerdo y pese a que se licitó la obra en junio pasado, todavía nada se concreta.
Lo que se anunció con bombo y platillo hace más de seis años, la gran obra de la Administración de Gerardo Katsicas resultó un fraude, pues la empresa ganadora de origen israelí, Odis Asversa, con la cual se firmó el contrato el 18 de abril de 2001, nunca cumplió con los términos económicos del documento.
Se habló en diversas ocasiones que la extensión del terreno sería de 30 hectáreas, el costo sería de diez millones de dólares, serían ocupadas seis hectáreas de la planta, se utilizaría el método de lodos activados y hasta el gasto de agua se mencionó, que sería de 225 litros por segundo.
Con la llegada de Luis Fernando González Achem a la Alcaldía, en 2001, se retomó el tema y el edil entrante se mostró tolerante con Odis Asversa pese a que en repetidas ocasiones incumplió. El caso pasó luego a manos de Rosario Castro, quien decidió dar por cancelado el contrato y se lanzó nueva licitación.
La nueva empresa ganadora fue Tecnología Intercontinental (Ticsa) y parecía que ya se concretaría por fin la construcción, pues además la Comisión Nacional del Agua (Conagua) puso un ultimátum al Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Lerdo (SAPAL), para construirla, so pena de aplicar una multa de 60 millones de pesos.
A través del ex director del SAPAL, José Manuel Ramírez, se realizaron todos los trámites con representantes de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que comprará el agua tratada, así como con la empresa ganadora, con objeto de integrar el fideicomiso para la administración de los recursos destinados a la construcción y operación de la planta, que ya habían ascendido a 311 millones de pesos.
“El fideicomiso es un paso necesario e importante, ya que se encargará de la cuenta única que se va a manejar para la construcción y operación de la planta durante 20 años, de tal manera que más allá de las administraciones, se garantiza el pago a la constructora”, explicó en su momento Ramírez Robles.
Destacó que los usuarios de SAPAL no se verían afectados por el costo de la obra, toda vez que se diseñó un modelo en el cual no costaría un solo centavo al Municipio o al SAPAL la construcción.
“El agua tratada no tendrá uso agrícola, sino industrial y será comprada por la CFE, en el proceso de generación de energía de la termoeléctrica Guadalupe Victoria”, dijo en su momento el servidor público. Con los recursos de la venta del agua tratada a la CFE, se explicó, se pagará el costo de la planta tratadora, además que permitirá crear un fondo de contingencia dentro del fideicomiso.
Poco antes de finalizar la pasada Administración, en agosto, se colocó la primera piedra de lo que sería la planta, pero los integrantes del ejido Lerdo, que preside Oralia Guerrero, se opusieron.
Con la llegada de Carlos Aguilera a la Presidencia Municipal, en septiembre, se suspendió la obra para analizar el contrato y ver los beneficios. Se dijo que, de estar de acuerdo, pronto comenzarían los trabajos.
En días pasados, el director de SAPAL, Gerardo de la Torre, declaró que ya estaba todo listo, sólo esperaban el visto bueno del ejido Lerdo, dado que sus habitantes utilizan las aguas negras para regar sus cultivos, no obstante que no es recomendable hacerlo con ese tipo de agua.
Ayer se celebró una reunión entre representantes del ejido y autoridades municipales y estatales en la que se acordó la elaboración de un convenio que será firmado en el transcurso de esta misma semana para dar continuidad a la construcción de la planta de tratamiento.
El convenio será sometido a consideración de la asamblea ejidal para su revisión y aprobación el martes próximo. Para el miércoles se tiene programada otra reunión en la que en caso de haberse aprobado el documento por los ejidatarios, se concretará la firma del convenio, que básicamente radica en que los ejidatarios dejen de obstaculizar el desarrollo de los trabajos de ese proyecto. (Con información de María Elena Holguín)
El trato
La manera en la que operará la planta tratadora próxima a construirse es la siguiente:
· El Municipio vende el agua tratada a CFE y ésta a su vez al fideicomiso, encargado de administrar los recursos y pagar a la empresa constructora a lo largo de 20 años.
· Lo que pagará CFE al Municipio por el agua será más de lo que cueste el tratamiento y así se generará un excedente, mismo que se ingresará al fideicomiso.
· Los recursos económicos se aplicarán en dos conceptos: un fondo de contingencia y un fondo de construcción de infraestructura de SAPAL en beneficio de las localidades que incluirá obra nueva o mejoramiento de la existente.