El primer ministro Nuri al-Maliki advirtió en declaraciones a un diario que dividir Irak en regiones autónomas pudiera llevar a más tensiones y a la fractura del país.
Los comentarios de Al-Maliki sobre la propuesta creación de regiones autónomas, similares a las establecidas por los curdos iraquíes en tres provincias del norte hace 16 años, fueron sus más detallados hasta la fecha sobre el asunto.
Su rechazo a los amplios poderes propuestos para esas regiones le colocan en oposición a uno de sus principales apoyos, el Consejo Supremo Islámico Iraquí.
Al-Maliki, que es chiíta, acusó al vicepresidente suní Tariq al-Hashemi de obstaculizar el proceso político nacional, diciendo que es culpable de una acumulación de propuestas de ley aprobadas por el parlamento, pero aún no ratificadas por el consejo presidencial, del que al-Hashemi es uno de los tres miembros.
El presidente dijo que Frente de Acuerdo de Irak, al que pertenece al-Hashemi y que es el mayor bloque suní en el parlamento, no representa a la minoría suní del país y señaló que ya no espera que los cinco ministros del bloque regresen al gabinete.
Al-Maliki dijo que planeaba reemplazar a los cinco, que renunciaron en agosto para protestar contra las políticas del presidente con candidatos de la provincia de Anbar y las ciudades de Tikrit y Mosul.
"El asunto ha sido resuelto y estamos en la etapa final de selección", dijo.
En una entrevista publicada el martes en Al-Hayat, un influyente diario en árabe publicado en Londres, al-Maliki defendió enérgicamente el historial de su gobierno ante persistentes acusaciones de que el mismo sigue una agenda prochiíta a expensas de los suníes.
Dijo que suníes son de 40 a 50% de los comandantes del ejército, en desproporción con su estimado 20% de la población del país.