Con un homenaje de cuerpo presente en las instalaciones de la Agencia Federal de Investigación (AFI) fueron despedidos hoy los agentes federales Josué Hernández Hernández y Aníbal Sánchez Peredo, asesinados en guerrero. (El Universal)
Dos policías federales mexicanos que participaron en el caso de un empresario chino detenido en Estados Unidos por narcotráfico y al que en marzo se le incautaron 205 millones de dólares en México fueron asesinados en Guerrero, informó hoy el gobierno mexicano.
En noviembre de 2006 los agentes intervinieron en la incautación de un cargamento de 19 toneladas de seudoefedrina en el puerto de Lázaro Cárdenas, un precursor químico utilizado en la fabricación de metanfetaminas, una de las drogas sintéticas de mayor consumo en EU.
Según las autoridades mexicanas, gracias a ese decomiso fue posible el allanamiento del domicilio del empresario chino Zhenli Ye Gon en la capital mexicana, donde se realizó la mayor incautación de dinero en efectivo de la historia (205 millones de dólares), en una operación en la que también intervinieron los policías muertos.
En la casa se hallaron indicios sobre la existencia de una red de importación de seudoefedrina y tráfico de metanfetamina al país vecino, por lo que comenzó el rastreo de Ye Gon.
El empresario asiático fue detenido el mes pasado en EU., donde es procesado por tráfico de drogas, y el Gobierno de México espera una respuesta de Washington a un pedido de extradición para enjuiciarlo en la nación latinoamericana por la misma razón.
Los policías federales, Josué Hernández Hernández y Aníbal Sánchez Peredo, agentes de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), fueron asesinados "cuando realizaban labores de investigación contra el crimen organizado y el narcotráfico en el Operativo Conjunto Guerrero", indicó la Secretaría de Seguridad Pública federal (SSP) en un comunicado.
Sus cuerpos fueron encontrados en un paraje conocido como Cruz Alta, en el municipio de Mochitlán, en Guerrero, uno de los estados del país en el que el presidente mexicano, Felipe Calderón, desplegó fuerzas combinadas del Ejército y de la Policía Federal para combatir al narcotráfico.
Se habían graduado con mención honorífica del Instituto de Capacitación Policial y contaban con "amplia experiencia", por lo que participaban en "tareas especiales de alto riesgo".
Sánchez y Hernández colaboraron juntos en el desmantelamiento de laboratorios para la elaboración de drogas sintéticas en Jalisco en 2005 y 2006 y en la desarticulación de células de operación del Cártel de Juárez.
Habían recibido capacitación en investigación de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por su sigla en inglés) y uno de ellos asistió a cursos impartidos por la Oficina Federal de Investigaciones de EU. (FBI).
Hernández contribuyó a desarticular bandas de secuestradores en la capital mexicana, colaboró en la detención de los principales líderes del Cártel de Tijuana y en la liberación del entrenador de futbol argentino Rubén Omar Romano, en 2005.
La SSP lamentó "profundamente" la muerte de sus elementos y se solidarizó con sus familiares.
El caso de Ye Gon ha levantado fuerte polémica en México a raíz de unas declaraciones del empresario chino en EU., antes de ser detenido, en las que acusó al gobierno mexicano de pedirle que guardara en su casa los 205 millones de dólares que iban a ser usados para "comprar armas y financiar actividades terroristas".
El presidente Calderón ha calificado la acusación de "ridícula" y de treta para intentar evadir a la justicia.
