Tres trabajadores del diario El Imparcial en su edición de Oaxaca, fueron asesinados a tiros por un grupo de desconocidos en una carretera, informaron hoy fuentes policiales y del periódico, que atribuyó el crimen a "un ataque contra la labor informativa".
Los tres empleados del diario, entre ellos una mujer, iban a bordo de una camioneta en la que se dedicaban a repartir el rotativo y viajaban de Tehuantepec a Salina Cruz, en la región del istmo del estado oaxaqueño.
Una camioneta con cristales oscuros se emparejó con el vehículo del diario y abrió fuego con "armas largas", según fuentes de la Secretaria de Protección Ciudadana estatal.
En el lugar murieron Mateo Cortés, Flor Vázquez y Agustín López, los tres empleados del servicio de reparto del periódico.
El director de información del diario, Luis David Quintana, consideró en declaracionese que la agresión es un "ataque directo" contra la labor informativa del periódico y lo vinculó a amenazas que han recibido.
Quintana explicó que hace dos meses El Imparcial dio amplia cobertura al hallazgo de siete cadáveres en una fosa clandestina en el istmo oaxaqueño, muertes que al parecer se debieron a ajustes de cuentas de las mafias de la droga.
El directivo agregó que después de esa información hubo amenazas telefónicas en contra del editor Gonzalo Domínguez y contra el reportero Felipe Ramos, que cubre la fuente policial.
El hallazgo fue reportado igualmente por otros medios de prensa de Oaxaca, pero El Imparcial, según Quintana, ha seguido la cobertura del caso.
En ese estado varios periodistas han sido golpeados o asesinados por cuestiones políticas o en revueltas sociales, como el camarógrafo estadounidense Brad Will, asesinado a tiros en 2006 en un choque callejero entre grupos alzados contra el gobernador local, Ulises Ruiz, y supuestos aliados de éste.
También en junio pasado el periodista Misael Sánchez Sarmiento, del diario oaxaqueño El Tiempo, fue herido de bala por desconocidos al parecer como un acto de represalia contra su labor de información sobre el levantamiento popular del año pasado contra Ruiz.
En agosto, Alberto Fernández, director de un noticiero radiofónico y de un semanario de Oaxaca, recibió también disparos de varios desconocidos.
En general, en el país son frecuentes los ataques contra periodistas atribuidos al crimen organizado, que en lo que va de año se ha cobrado la vida de casi dos mil personas.
En mayo pasado, la cabeza de un cadáver decapitado fue depositado ante las instalaciones del diario Tabasco Hoy, en Villahermosa, como un truculento mensaje contra el periódico.
Según la organización Reporteros sin Frontera, de 2006 a lo que va de este año han sido asesinados doce periodistas, de los cuales se cree que siete fueron víctimas de las mafias criminales.
Ante esta situación algunos medios han decidido no abordar más temas del narcotráfico o no colocar la firma de sus reporteros en textos sobre esos asuntos, como anunció en su última edición el semanario Proceso.
