En el medio rural de la región noroeste, la agresión hacia las mujeres se vuelve tan común que son pocas las que la denuncian.
El presunto criminal se dio a la fuga; la Policía lo busca para hacerlo pagar por su delito
El Siglo de Durango
SANTIAGO PAPASQUIARO, DGO.- A manos de su esposo fue asesinada Felícitas Primero Aguilar, después de un disgusto cuando departían con aparente felicidad bajo la influencia del alcohol; luego pasaron a los golpes y terminó en homicidio, fue la última de sus borracheras juntos, según el reporte de la Dirección Estatal de Investigación (DEI) con asiento en la ciudad de Santiago Papasquiaro.
Liborio Vega Chaparro, de 49 años de edad, mató a su esposa de un certero balazo a la altura del tórax lado izquierdo la madrugada de ayer, luego de sostener una pelea que evidencia el abuso y maltrato que prevalece en la región contra las mujeres.
La hoy occisa tenía 46 años de edad, era originaria del poblado Lajas, pero hace tiempo tenía su residencia en El Conejo, municipio de Guanaceví, lugar que fue escenario de los hechos de sangre descritos.
La madrugada de ayer, Liborio y Felícitas se encontraban en su domicilio bajo los efectos del alcohol, acompañados de Arcadio Torres Aguilar, de 25 años de edad, hijo de la hoy occisa e hijastro del presunto asesino.
A decir de Arcadio, su madre y padrastro, luego de varias horas de ingerir alcohol comenzaron a discutir; incluso, hubo un breve intercambio de golpes entre ellos, por lo que, acostumbrado a escenas de esta naturaleza, optó simplemente por dejarlos solos.
El joven se retiró del lugar sin intervenir y al cabo de varios minutos vio al esposo de su madre que desde la puerta disparó hacia dentro del domicilio y luego lo observó correr.
Arcadio, asustado por la escena, fue de inmediato en busca de su madre, temiendo lo peor; al entrar a la vivienda la encontró en el suelo y agonizante, pues el proyectil lo recibió en el corazón.
Vega Chaparro logró darse a la fuga, sin que hasta el momento se tengan indicios de su paradero, pues seguramente se encuentra internado en la vasta serranía de ese municipio, según el informe de la Procuraduría General de Justicia.
Prevalece el maltrato
En la región noroeste los caso de abuso y maltrato contra la mujer son situaciones que se presentan a diario y en algunas localidades llegan a ser algo común, según han referido autoridades policiales de municipios que conforman la zona.
En Canatlán, hay quienes ya son “clientes” en la cárcel municipal, por maltrato familiar, pues son varias las ocasiones que han sido remitidos.
En Santiago Papasquiaro, según las estadísticas de la Dirección Jurídica del DIF, entre diciembre y marzo, las denuncias de violencia familiar se incrementan sobre las 40, mientras que el resto del año oscilan entre las 15 y 20, aunque hay mucha gente que no presenta queja, sobre todo en el medio rural.