En toda Asia hay en promedio más hombres que mujeres, una tendencia que se acentúa entre los más jóvenes. (Archivo)
A Asia le faltan 163 millones de mujeres, por los abortos selectivos, para tener la misma proporción que el resto del mundo.
“Aquí no se hace determinación prenatal del sexo. Es punible”, reza una pancarta en la entrada del Max Hospital, una de las clínicas privadas más prestigiosas de India. Es una medida que el Gobierno ha puesto para intentar frenar el aborto selectivo de niñas. India y China, los dos gigantes asiáticos que han sobrepasado los mil millones de habitantes, son los ejemplos más claros de que Asia se está “masculinizando”, y cada vez más rápido, principalmente debido a estos “feticidios femeninos”.
En toda Asia hay en promedio más hombres que mujeres, una tendencia que se acentúa entre los más jóvenes. Y si este continente hubiese tenido la misma proporción entre sexos que hay en el resto del mundo en 2005, ya le faltaban unos 163 millones de mujeres. Así dice un estudio del Fondo de Población de Naciones Unidas presentado esta semana en el Congreso de Asia y el Pacífico de Salud y Derechos Sexuales y de Reproducción, en Hyderabad, al sur de India.
Este vacío de mujeres es especialmente grave en China, India, Corea del Sur, Georgia, Armenia y Azerbaiyán en donde por cada 100 niñas había al menos 108 niños en 2005, según el estudio. Otros países como Nepal y Vietnam podrían seguir esta tendencia. Esta mayoría de hombres no se ve en ningún otro continente.
“El desequilibrio es resultado de la tradicional preferencia de tener hijos varones y el aborto selectivo de niñas”, explica el autor del análisis, Christophe Z. Guilmoto. Esta práctica, que se considera “uno de los extremos más terribles de la discriminación sexual” se popularizó a principios de los años ochenta con el ultrasonido. Los efectos más graves están en unas “zonas rojas” de China e India, donde llegan a nacer más de 130 y 120 niños por cada 100 niñas, respectivamente.
ADVIERTEN PELIGROS
Los peligros en sociedades que tengan cada vez más hombres que mujeres son muchos, la mayoría de los hombres en edad casadera, principalmente los más pobres, se quedarían sin pareja, lo que podría llevar a un aumento en la violencia y tráfico de mujeres. Ellas, se verían presionadas a casarse y tener hijos más jóvenes y por ello muchas veces renunciarían a su educación y trabajo.
Éstas serían algunas de las consecuencias que podría sufrir el continente asiático en las próximas décadas, según ha advertido la Organización de las Naciones Unidas. Pero, ¿por qué la preferencia de tener un hijo varón? El patriarcado está muy arraigado y muchas familias no se consideran como tal si no tienen un hijo que perpetúe el linaje, explica el director del Instituto de Manejo de la Salud de Pachod, Ashok Dayalchand.
Además de que los hombres “son más rentables” porque mantienen a sus padres o siguen con el negocio familiar. En cambio, las mujeres son vistas como una carga. “En las hijas hay que invertir y luego no traen ninguna ganancia, porque se van a la casa de los familiares políticos”, dice.
En India esto es todavía más claro: la familia de la chica debe dar una dote a la del chico. Para el especialista, la preferencia de hijos varones era muy anterior al ultrasonido, desde tiempos inmemoriales. Pero entonces las parejas tenían que esperar a tener al bebé para saber el sexo. Aunque muchos se conformaban con las niñas, los infanticidios de niñas eran más comunes.
“El principio de que la mujer es un ser humano, con derecho a la vida y los derechos fundamentales, no ha sido aceptado universalmente”, lamenta la directora de la Federación Internacional de Planificación de la Paternidad, Guill Greer.
ABORTO SELECTIVO
En los gigantes asiáticos la situación es completamente distinta. En China son sobre todo los habitantes de las áreas rurales, “donde los hijos significan la fuerza de trabajo y el sustento de los padres”. Mientras que en India los índices más altos se dan en las clases medias y alta.
“Son las que pueden pagar por el ultrasonido y las que se preocupan más por la dote que tendrían que dar para poder conservar su estatus social”, dice el demógrafo encargado del estudio.
Aunque el aborto es legal en India, la determinación del sexo y la eliminación de los fetos de niñas no. “Así las clínicas privadas y los doctores corruptos están haciendo un gran negocio, de algo así como 120 millones de euros”, dice un reconocido activista, Sabu George.
Cuando las hijas no deseadas logran nacer, sufren de negligencia: su familia no les da el cuidado adecuado. “Los niveles de desnutrición son peores, no se les lleva tanto al médico, y por lo tanto los índices de mortalidad son más alto entre niñas”, cuenta George.
Ahora el infanticidio se ha restringido a “áreas pobres y aisladas”, según el estudio. “Muchos creen que en una sociedad con menos mujeres, éstas serían más valoradas. Pero no, sería totalmente lo contrario: el sexo femenino sería mucho más discriminado. La violencia de género y el tráfico de mujeres aumentarían”, dice la vicedirectora del Fondo de Población de la ONU, Purnima Mane.
Los hombres, al no haber parejas disponibles, estarían obligados a aplazar la edad del matrimonio, por lo que terminarían con más estudios o práctica laboral. Por otra parte, las mujeres serían presionadas a casarse antes y tener hijos lo antes posible, lo que las apartaría del estudio o del trabajo. Tendrían menos opción de hacer carrera y permanecer solteras en un menor tiempo.
Además, con menor peso demográfico, su participación política y en la toma de decisiones disminuiría. Los gobiernos de los gigantes, que han pasado los mil millones de habitantes, reconocen que el desequilibrio entre hombre y mujeres es un problema y por ello los dos han prohibido el uso del ultrasonido para la determinación del sexo antes del nacimiento.
China “ahora también ayuda económicamente a las familias que tienen sólo hijas y da becas de estudio a las niñas”, cuenta la viceministra de Población y Planeación Familiar, Baige Zhao. Pero aunque estas políticas tuvieran éxito, “ya hay daños inevitables, porque desde los ochenta han estado naciendo más niños que niñas y las medidas se han tomado ya muy tarde”, dice el autor del estudio.
Para 2030 para los que entonces tengan entre 20 y 49 años, habrá un déficit de 26 y 23 millones de mujeres en China e India, respectivamente.