POR ROCÍO RODRÍGUEZ
EL SIGLO DE TORREÓN
Una verdadera pasarela del mundo de la política y de conocidos laguneros de nuestra sociedad, se pudo apreciar en la boda del presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Jorge Zermeño Infante y Astrid Casale Frausto, quienes el viernes pasado contrajeron matrimonio civil en un hotel de la localidad.
Él vestido con un jacquet negro y de corbata plateada con tonos oscuros, mientras que ella del todo linda con un delicado vestido en color ívory, estuvieron acompañados de distinguidos invitados, entre ellos el presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, quien al igual que su esposa Margarita Zavala fueron presentados como testigos de honor.
Una recepción nupcial, preparada con todo lujo de detalles y que comenzó con la bienvenida de los invitados, disfrutó la concurrencia en medio de una estricta vigilancia del Estado Mayor Presidencial.
Muchos de los asistentes se dieron cita en el lugar tiempo antes de que iniciara el enlace ?programado a las 9:30 de la noche-, hecho que aprovecharon los diferentes medios de comunicación tanto locales como nacionales para imprimir desde la calle la foto del recuerdo, muy al estilo de las alfombras rojas de Hollywood en las que las cámaras de prensa y televisión persiguen a las estrellas.
En el lobby del hotel los invitados, todos por cierto elegantemente vestidos, esperaron se les diera acceso al salón por el cual ingresó el primer mandatario y quien por cierto volvió a cautivar el corazón de los laguneros por su sencillez, ya que durante la fiesta muchas de las personas se acercaron a saludarlo y tomarse una fotografía; él por su parte se mostró de lo más accesible, así como cuando vino al bautizo de la nena de Memo y Mayté Anaya.
Para este importante acontecimiento, el salón fue decorado finamente con iluminados y delicados diseños florales en cristal, entretanto las mesas fueron vestidas en tono marfil y estuvieron ocupadas cada una por 12 personas. Como testigos del novio destacaron Diego Fernández de Cevallos y Ricardo García Cervantes, y por parte de Astrid la acompañaron Isela García Facio y Antonio Zamarrón.
Después de ser declarados marido y mujer, Jorge y Astrid se dieron un beso para enseguida brindar en compañía de sus invitados con una copa de champagne. Más tarde todos compartieron una espléndida cena con vinos de los mejores y que resultó engalanada por la participación de la Orquesta Sinfónica Metropolitana de Monterrey, la que al término de su actuación recibió de parte del presidente de la República muchas felicitaciones.
Cabe destacar que los nuevos esposos recibieron casi la misma cantidad de abrazos que le brindó la gente al presidente, pues su estancia en la boda causó mucha expectación y aún más alegría al observar que el señor Calderón es una persona alegre y quien sin perder su propiedad e imagen disfrutó de la velada y bailó un muy buen rato.