Miembros de la Policía fluvial iraquí y miembros de la defensa civil buscaban víctimas en el puente Al Sarafiyah donde ayer explotó un camión bomba en Bagdad, Irak. (EFE)
Mueren 18 personas en los dos atentados, ocho de ellos en el recinto legislativo
La cifra de muertos por la explosión de una bomba en el edificio del Parlamento iraquí en la Zona Verde de Bagdad, ascendió a ocho muertos, dejando heridas a varias personas más, mientras un automóvil cargado de explosivos destruyó un puente sobre el río Tigris, provocando diez decesos.
El portavoz militar estadounidense William Caldwell dijo que ocho personas murieron en el ataque. Funcionarios iraquíes señalaron que el atacante detonó sus explosivos en la cafetería cuando varios legisladores almorzaban allí, matando a tres de ellos.
La Zona Verde es un área muy vigilada que alberga a la sede de la ocupación estadounidense, varias embajadas extranjeras y a las oficinas del Gobierno iraquí.
La detonación tuvo lugar en momentos que las Fuerzas iraquíes y extranjeras implementan en la capital un fuerte operativo para frenar la violencia.
Mohamed Awad, miembro del Frente de Diálogo Nacional Suní, murió en la explosión, expresó Sale al Mutlaq, líder del partido, que tiene 11 escaños en la legislatura iraquí. Otra legisladora suní del mismo grupo resultó herida, indicó.
Un funcionario de Seguridad del edificio parlamentario dijo que otro legislador, un shiita, también falleció. Habló a condición de mantener su nombre en el anonimato porque no estaba autorizado a dialogar con la prensa.
Al parecer preocupados por un posible ataque, los guardias del Parlamento utilizaron ayer jueves temprano perros para inspeccionar a la gente mientras ingresaba al edificio, una precaución inusual.
Un portavoz de la Embajada estadounidense en Bagdad, que se encuentra en la Zona Verde, dijo que ningún estadounidense resultó herido en la explosión.
“Tenemos conocimiento de los informes de una explosión en la Zona Verde. Estamos investigando la naturaleza y la fuente de la explosión”, declaró el portavoz Lou Fintor. “Ningún empleado de la Embajada o ciudadano estadounidense resultó afectado”.
El ataque sucedió horas después que un atacante suicida hizo detonar su camión cargado de explosivos en un importante puente de Bagdad. La detonación hizo que la estructura de acero colapsara y los automóviles cayeran al río Tigris, dijeron policías y testigos. Al menos diez personas murieron.
Fuentes hospitalarias manifestaron que otras 26 personas resultaron heridas y la Policía intentaba rescatar a unas 20 personas cuyos automóviles cayeron del puente Al Sarafiya.
Las embarcaciones de patrullaje buscaban a sobrevivientes mientras helicópteros estadounidenses sobrevolaban el área.
Farhan al Sudani, un empresario shii de 34 años que vive cerca del puente, dijo que la explosión lo despertó al amanecer.
“Una explosión inmensa sacudió nuestra casa y pensé que la derribaría. Mi esposa y yo salimos de inmediato de la cama, agarramos a nuestros tres hijos y los sacamos”, sostuvo.
El puente Al Sarafiya conecta dos vecindarios del norte de Bagdad: Waziriya, un área de mayoría suní y Utafiya, una zona shiita.
La policía dijo que la detonación fue provocada por un atacante suicida que se desplazaba en un camión, pero imágenes de televisión, mostraron que el puente se quebró en dos partes, tal vez como resultado de dos explosiones.
Decretan estado de alerta en Argel tras doble atentado
Las autoridades argelinas decretaron ayer el estado de alerta en Argel ante el temor de nuevos ataques de la organización “Al Qaeda en el Magreb” después de los ocurridos la víspera en los que 24 personas murieron y más de 200 fueron heridas.
La capital de Argelia amaneció ayer con un incremento importante en el número de efectivos de seguridad, después que el presidente Abdelaziz Buteflika se reuniera con altos cargos de seguridad para reforzar el dispositivo de prevención en Argel.
Las medidas de seguridad fueron reforzadas en torno a los puntos estratégicos de Argel y en especial en las Comisarías de Policía, además las Fuerzas de Seguridad intensificaron la búsqueda de los autores intelectuales de los atentados, según reportes de prensa.
Las autoridades argelinas han manifestado su preocupación de que los extremistas islámicos ataquen sedes diplomáticas occidentales o importantes centros económicos, por lo que decidieron imponer el estado de alerta durante este fin de semana.
Estos temores se vieron confirmados al saberse ayer jueves que la Policía argelina halló la víspera un vehículo con 500 kilogramos de dinamita afuera de la residencia del director general de la seguridad en Argel, Alí Tunsi.
El automóvil, de marca Mercedes, tenía en su interior una cisterna que habitualmente se usa para almacenar agua junto a los 500 kilogramos de dinamita contactados a cuatro tanques de gas butano.
El escuadrón antibombas procedió a desactivar los explosivos, según los detalles revelados por el diario argelino Echuruk, que ayer publicó una fotografía del vehículo.
Insurgentes iraquíes negocian frente común sin Al Qaeda
Los grupos islamistas suníes de Irak negocian la formación de un frente común sin Al Qaeda, según un dirigente de la insurgencia suní en ese país, lo que muestra el creciente distanciamiento entre ellos y la red terrorista internacional.
“Se están haciendo esfuerzos para unificar a los movimientos yihadistas en Irak, bajo un programa político unificado”, dijo Ibrahim Shamari, portavoz del Ejército Islámico de Irak, uno de los más influyentes grupos de la insurgencia iraquí, en una entrevista concedida a la cadena Al Yazeera.
Según Shamari, Al Qaeda ha matado a 30 militantes de su grupo en circunstancias que no aclaró, al tiempo que la acusó de estar involucrada en una campaña contra civiles inocentes y de intentar imponer su visión radical de la religión a la sociedad.
Las palabras de Shamari están relacionadas con un reciente comunicado de su grupo en el que solicitan al líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, que intervenga para “corregir el curso de Al Qaeda en Irak”.
El dirigente del Ejército Islámico de Irak, en cuyas filas hay oficiales del Ejército del antiguo régimen de Saddam Hussein según Shamari, subrayó que Al Qaeda en Irak se había “separado del camino correcto” tras la muerte de su anterior líder, Abu Musab al Zarqawi, en un ataque aéreo estadounidense en junio de 2005.
En cuanto a la posibilidad de negociar con los estadounidenses, el dirigente suní puso dos condiciones. La primera, que el Congreso estadounidense emitiera una Ley para la retirada de las tropas estadounidenses en Irak y la segunda, que se reconociera que la insurgencia es un representante legítimo del pueblo iraquí.
