El Ejército Popular Revolucionario (EPR) se adjudicó mediante un comunicado los ataques con explosivos en contra de ductos de gas natural de la paraestatal Pemex ubicados en Veracruz y Tlaxcala.
Según el EPR los ataques forman parte de su campaña para exigir la liberación de los activistas Edmundo Reyes Maya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez.
Ambos, según el EPR, están “detenidos-desaparecidos” desde el 25 de mayo, en un hecho que el grupo ha atribuido a mandos militares en Oaxaca.
Esta es la segunda ocasión que el EPR ataca ductos de Pemex, la primera ocasión fue en el mes de julio al colocar explosivos en las instalaciones que se ubican en Guanajuato y Querétaro.
El EPR detalla que en esta ocasión fueron 12 las cargas explosivas colocadas en igual número de ductos “en los municipios de La Antigua, Úrsulo Galván, Olmeaca, Mendoza, Cumbres de Maltrata en Veracruz y en Cuapiaxtla, Tlaxcala, de las cuales la colocada en el oleoducto de 24 pulgadas Nuevo Tepa–Cadereyta (en La Antigua) no se activó. Todas fueron activadas simultáneamente a las 2:00 horas del día 10 del presente mes”.
Nuevamente la Comandancia del EPR advierte, como lo hiciera en julio, que su accionar político-militar “no se detendrá”, hasta que sus compañeros sean presentados con vida y liberados.
Las autoridades federales hallaron un mensaje del EPR en un ducto de la paraestatal, adherido a un explosivo que no estalló. En él había la inscripción en letras rojas: “PDPR-EPR, vivos se los llevaron, vivos los queremos”.
El artefacto explosivo fue localizado en un ducto ubicado en la válvula de seccionamiento del gasoducto de 48 pulgadas de gas natural de Cactus-San Fernando, a la altura del municipio La Antigua, Veracruz.
Los atentados a las instalaciones de Pemex podrían generar pérdidas hasta por 100 millones de dólares en el sector industrial, debido al impacto en unas 2,500 empresas en todo el país, estimó Miguel Marón, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra).
“Estamos calculando entre 80 y 100 millones de dólares como pérdida por parte de todas estas empresas, en tan sólo cinco o siete días que queden paralizadas sus actividades”, dijo.
Entre los sectores más afectados, en al menos 11 estados del país, destacan las industrias del vidrio, alimentos y bebidas, automotriz, metalmecánica, cemento, entre otras.
Marón Manzur mencionó que la situación ha llevado ya a la suspensión de operaciones en distintas empresas, por lo que hizo un llamado a las autoridades para que se atienda este problema de seguridad nacional.
