Miles de personas resultaron afectadas, prácticamente se quedaron en la calle, sin casa, muebles, ropa y vehículos. (EFE)
El fenómeno natural se formó en Eagle Pass, EU y viajó a la ciudad mexicana.
El secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, aseguró que a través de la Coordinación General de Protección Civil se colabora con el gobierno de Coahuila para atender la emergencia generada por el evento natural que azotó este martes el municipio de Piedras Negras.
En entrevista, al concluir la instalación de la Comisión Ejecutiva de Negociación y Construcción de Acuerdos para la Reforma del Estado, Ramírez Acuña sostuvo que desde ayer personal de Protección Civil coordina los esfuerzos con el gobierno de Humberto Moreira.
Explicó que hasta hoy pudo comunicarse con el gobernador de Coahuila, pero desde anoche se desarrollan acciones encaminadas a atender a la población afectada, las cuales son atendidas personalmente por el mandatario estatal.
El funcionario federal expuso que la coordinadora general de Protección Civil de la Segob, Laura Gurza Jaidar, viajó a Piedras Negras, donde la tarde de ayer un tornado acompañado de granizos gigantes, que se formó en el lado estadunidense de la frontera, causó cuantiosos daños materiales.
Ramírez Acuña reiteró que la Secretaría de Gobernación se mantiene atenta a las necesidades que se presenten en Coahuila y manifestó su apoyo al gobierno del estado.
Por otra parte, al referirse a la instalación de la comisión que buscará la construcción de acuerdos para la Reforma del Estado, consideró que es un primer paso para avanzar de manera firme en los cambios sustanciales que el país requiere.
Aclaró que lo fundamental es que existe un primer acuerdo y compromiso de diálogo entre los tres poderes de la Unión, los gobiernos estatales y los partidos políticos para iniciar el análisis de los temas que el país demanda con visión a futuro.
A 10 se elevó el número de muertos y 154 heridos por la tromba que azotó ayer en la región fronteriza, tres de esta villa y siete de la ciudad de Eagle Pass, Texas, miles de personas resultaron afectadas, prácticamente se quedaron en la calle, sin casa, muebles, ropa y vehículos.
A las 5:20 horas, cuando todavía estaba oscuro, regresó a la zona de desastre el gobernador Humberto Moreira Valdés, donde coordinó las labores de reconstrucción en la zona de desastre donde el fuerte de viento de más de 200 kilómetros por hora y el granizo no respetaron nada ni siquiera la iglesia, la del Sagrado Corazón, el máximo orgullo de los villafuentistas, el templo se cayó, solo quedaron en pie las dos torres, el altar desapareció bajo toneladas de escombros y la camioneta del sacerdote, Carlos Aguilera Sánchez, fue levantada con fuerza y quedó dentro de lo que era el lugar de oración y de comunicación con Dios de los habitantes de este lugar, quienes lloran su tragedia y la pérdida de su iglesia, a la que iban a misa todos los días.
La casa de evangelización quedó totalmente deteriorada, el orfanato donde había como 30 niños, todos se salvaron, la plaza, el kiosco, escuelas, calles, todo quedó destrozado.
La gente sufre por esta segunda pesadilla, peor que la primera de aquel fatídico 4 de abril del 2004 cuando el Río Escondido se desbordó y mató a 37 personas.
Se necesita muchos millones de pesos para lograr la restauración de la zona, esta villa seguirá a oscuras toda la semana, por lo menos, la Comisión Federal de Electricidad restableció el 60 por ciento del fluido eléctrico en la ciudad de Piedras Negras, gracias al apoyo de Estados Unidos. Se espera restablecer la electricidad en un 100 por ciento durante las próximas horas.
En total el fenómeno meteorológico tumbó 19 torres, cuatro de las cuales, las más importantes se repararán este día, aseguró el gerente de la dirección del Golfo Norte de la CFE, Everardo González González.