NOMBRE DE DIOS, DGO.- Se avecina una difícil temporada para el sector campesino. El anuncio de sequía y altas temperaturas desmotivan a quienes cada año se les complica sembrar, cosechar y comercializar sus productos.
Jesús Marrufo Salas, agricultor de Francisco Murguía, manifestó que es poco lo que han escuchado de la sequía que supuestamente se avecina, provocada por el fenómeno natural “El Niño”; sin embargo, considera que dicho suceso no es más que el remate a la mala racha que prevalece en el campo.
Jesús y su hijo Óscar Marrufo, pequeños propietarios, comentaron cómo es cada vez más difícil sacar adelante los cultivos con los altos costos de los insumos, entre ellos los fertilizantes, y no se digan las herramientas de trabajo.
Ahora hasta la semilla es cara, por ejemplo, el bulto de maíz cuesta mil quinientos pesos y el de fertilizante 280 pesos; el kilogramo para consumo humano lo venden en menos de tres pesos y las tortillas las compran en 8.50, platicó Óscar Marrufo.
Por su parte, Mario Torres Duran, ejidatario de Amado Nervo, poseedor de cuatro hectáreas de riego y tres de temporal, manifestó que los campesinos de todo Nombre de Dios tienen el problema de que no saben qué es conveniente sembrar por cuestión de precios.
En Nombre de Dios se acostumbra sembrar avena, frijol, maíz forrajero y blanco, chile y a veces trigo; por lo pronto, la pastura es lo que se cultivó desde enero y febrero, en tierra de riego.
Por su parte, Magdaleno Martínez, ejidatario de Lauro del Billar, mencionó que desafortunadamente el producto del campo no tiene valor y es desmotivante que mientras a ellos les dan unos cuantos pesos por su producto, en los anaqueles y las tiendas cuestan mucho más.
Al retomar el tema de la sequía, los agricultores coincidieron en que lamentablemente quienes viven del campo tienen que soportar éstas y otras adversidades, por lo que algunos han decidido “dejar el arado a un lado” y emigrar en busca de otras opciones de trabajo.
Práctica
Éstos son algunos cultivos que se acostumbran en el municipio.
Avena
Maíz
Frijol
Trigo
FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.