RODEO, DGO.- Los malos hábitos alimenticios, la difícil situación económica y la carencia de higiene en la preparación de la comida están directamente relacionados con la aparición de un mayor número de casos de desnutrición y obesidad infantil. Este año se han registrado seis mil 987 obesos y dos mil 309 casos de desnutrición en la entidad, de los cuales 56 son severos.
En la medida en que estos factores se agudizan, se vuelve más notorio el deterioro en la salud de los menores y adolescentes, quienes se enfrentan a condiciones de obesidad y sobrepeso, o bien, a trastornos alimenticios como la anorexia y la bulimia.
Hoy, en el marco del Día Mundial de la Alimentación, que se conmemora el 16 de octubre de cada año, la Jurisdicción Sanitaria No. 4 tiene preparadas algunas actividades para enfatizar sobre la importancia de la alimentación equilibrada en la niñez y la juventud, informó Raúl Vela Núñez, epidemiólogo.
La campaña de vigilancia en la nutrición de los alumnos de educación básica será permanente en los municipios de la Jurisdicción 4: Rodeo, San Juan del Río, El Oro, San Bernardo, Indé, Hidalgo, Ocampo y Coneto de Comonfort, así como en todo el estado, tal como lo anuncia Ana María Fajardo Gómez, subdirectora de Emidemiología en Durango.
También Rosa María Esquivel, del Departamento de Epidemiología, señaló que generalmente las áreas rurales son las que siguen reportando una mayor incidencia de casos de desnutrición, lo que principalmente se atribuye a la falta de recursos económicos necesarios en las familias para allegarse el sustento.
Esto ocasiona que la nutrición sea muy pobre, si se toma en cuenta que los alimentos de la canasta básica como la tortilla y el frijol han sufrido aumentos significativos, lo que cada vez los aleja más de las posibilidades de las familias de bajos recursos económicos.
Se considera que un infante padece desnutrición leve cuando tiene un 25 por ciento menos de su peso ideal, el cual se establece con base en su estatura, mientras que se califica como grave cuando ese déficit supera la cuarta parte del peso corporal.
Otro factor es la falta de higiene en la preparación de alimentos, lo que incide directamente en los casos de parasitosis intestinal, que a su vez generan una descompensación en el organismo, ocasionando bajo peso por un nulo aprovechamiento de los nutrientes.
El personal de Epidemiología de la Jurisdicción Sanitaria No. 2 señaló que los malos hábitos han desencadenado todos los padecimientos antes señalados, pues con las prisas y el ritmo acelerado de vida cada vez se dedica menos tiempo a la preparación de los alimentos en casa, y en ocasiones esto contribuye a privilegiar el consumo de comida “chatarra” o rápida que no aporta nutrientes y, sin embargo, sí contribuye al aumento de peso y talla.
De esta forma, en lugar de preparar un agua de frutas naturales se recurre a los refrescos y bebidas azucaradas, lo que suele hacer la diferencia entre una alimentación sana y otra deficiente.
Reveló Fajardo Gómez que la obesidad es una epidemia del siglo XXI con daños colaterales que pueden causar la muerte de no atenderse a tiempo. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, hay 300 millones de obesos en el planeta.
México ocupa el onceavo lugar en sobrepeso a nivel nacional y Durango el doceavo en el país con una tasa del 27.7 por ciento.
Reveló las carencias de infraestructura en este tenor, pero gadualmente se estarán atendiendo, dada la necesidad de luchar tenazmente contra esta epidemia, concluyó la Subdirectora de Epuidemiología en Durango.
Trabajo
Hoy, con motivo del Día Mundial de la Alimentación, el personal médico de la Jurisdicción Sanitaria No. 2 participará en un curso de capacitación que tendrá lugar en la ciudad de Durango.
Se abordarán temas como el Panorama epidemiológico de la desnutrición infantil; Aspectos endocrinológicos de la malnutrición; Alimentación en el niño desnutrido; Estrategia para disminuir la desnutrición en niños, entre otros.
Por su parte Raúl Vela Núñez, epidemiólogo de la Jurisdicción Sanitaria No. 4, afirma que se vigilará en forma permanente las escuelas para que elaboren las tienditas o cooperativas alimentos nutritivos y evitar los productos “chatarra”, para lo cual colaborarán los ayuntamientos y esperan recibir el mismo respaldo de los padres de familia, para hacer frente a la epidemia de la obesidad.