Vagos y viciosos se introdujeron a la Paroquia de San Antonio de Padua para pintar las paredes con símbolos extraños.
El Siglo de Durango
VICENTE GUERRERO, DGO.- El aumento del alcoholismo y la drogadicción hace reaccionar a las autoridades ante la presencia de cantinas al aire libre, narcomenudeo y demás delitos que estos lastres sociales generan.
En la cabecera municipal y localidades rurales, es común ver a la gente tomando en la vía pública, con toda libertad, como si estuvieran en su domicilio o en una cantina.
La venta de droga también se ha incrementado de manera notoria en esta sociedad, por lo que el presiente municipal de Vicente Guerrero, Bernardo Nevárez Guzmán, manifestó que en visita del procurador de Justicia Jesús Gutiérrez Vargas se llegó al acuerdo de coordinar autoridades estatales y municipales para combatir de raíz los vicios.
El edil dijo que es lamentable ver cómo los jóvenes y adolescentes son los principales afectados por el alcoholismo y la drogadicción, mal que impacta no solamente a este municipio sino al país en general.
Dijo que Seguridad Pública y la Dirección Estatal de Investigación (DEI) ya tienen la orden de proceder con mano dura ante cualquier irregularidad relacionada con el consumo y venta de alcohol y drogas.
“Los expendios no deben ser tomados como cantinas, no se debe vender alcohol a los menores ni fuera de horario establecido, y contra el narcomenudeo la PGJE se comprometió a reforzar las acciones en el municipio.
irreverentes
Las fechorías de los jóvenes desbordados por el consumo de drogas lícitas e ilícitas en Vicente Guerrero han llegado a tal grado que, en días pasados, aparecieron pintarrajeadas la Parroquia de San Antonio de Padua, un templo evangélico y el monumento a Benito Juárez, ubicado en la plaza del mismo nombre.
A la parroquia se introdujeron y con pinturas de aerosol rayaron el interior del inmueble, como una muestra de falta de respeto a la religión; asimismo, pintarrajearon el exterior de un edificio de una congregación cristiana, además de la estatua, con pintas descritas como “satánicas”.
Esto provocó que un grupo de alrededor de 70 feligreses de la parroquia dañada acudiera a la Presidencia Municipal a exigir la presencia de vigilancia policial de por lo menos un elemento al alcalde Nevárez Guzmán.
El padre Simón Pedro Gurrola mostró gran indignación; “no es para menos”, según dijo el munícipe, quien también se enojó al ver afectado el monumento y los inmuebles religiosos, por lo que se procedió a poner denuncia y se proporcionará la vigilancia solicitada a la iglesia.
La vigilancia se redoblará y se harán las investigaciones correspondientes para dar con quien o quienes han causado la indignación de diversos sectores de la población.
Mayor delincuencia
Ciudadanos de Vicente Guerrero señalan que la ciudad junto con el crecimiento que ha tenido en los últimos años ha visto mayor presencia de la delincuencia, situación que el mismo alcalde, Bernardo Nevárez Guzmán, ha confirmado al admitir incrementos en robos.
No obstante, el edil señala que aunado a esto se han venido tomando una serie de medidas, con la finalidad de no permitir a la delincuencia extenderse con facilidad en esta tierra.
En lo que resta de la administración, Nevárez Guzmán dijo que la vigilancia policial se incrementará y será incisiva en Vicente Guerrero, como medida para afrontar la ola de inseguridad que amenaza al estado.