El 5.5 por ciento de aumento en las gasolinas debe regresarse a los estados en programas que transformen la actual realidad del sector agropecuario, que ayuden a dar valor agregado a los productos, consideró Ulises Adame.
El Siglo de Durango
La fragilidad de la economía en el sector agropecuario se dañará aún más con los incrementos al precio de combustibles, por lo que los ingresos que se obtengan por este comportamiento deben destinarse a este rubro, consideró el diputado local priista Ulises Adame de León.
Aseveró que el 5.5 por ciento de aumento en las gasolinas debe regresarse a los estados en programas que transformen la actual realidad del sector agropecuario, que ayuden a dar valor agregado a los productos primarios y se generen empleo.
“Esperaría que ese recurso que se recaude en la Federación y estados vaya a aliviar la situación del campo y no necesariamente con aspirinas o con distractores porque está tan frágil el sector agropecuario y la vida del campo que cualquier movimiento por pequeño que sea en términos de incrementos le causa un daño”, expresó.
Y es que tras la aprobación del aumento a la gasolina del 5.5 por ciento en el Congreso de la Unión el líder nacional de la Confederación Nacional Campesina (CNC), Cruz López Aguilar, previó una escalada en el precio de los productos del campo al afectar a los agricultores.
En ese sentido, el también Presidente de la Comisión de Asuntos Agrícolas, Frutícolas y Pecuarios del Congreso local dijo esperar que el esfuerzo de aumentar los combustibles se refleje en un mejor nivel de vida de los trabajadores del campo.
“Estamos que esos recursos se puedan invertir para generar agroindustria, promover procesos de organización y capacitación campesina, para cambiar la forma de vender los productos y que tengan un valor diferente”, precisó.
De no aprovecharse los recursos que se generarán por estos incrementos, dijo, el esfuerzo de todos los mexicanos será inútil, porque se continuará con la incapacidad de ser competitivos a nivel internacional donde no habrá recurso que alcance para salir adelante, indicó.
“Para un productor tal vez el aumento a precio del 2 por ciento mensual no le quita la vida, pero a la larga la cadena lo va ir arrastrando, si no regresa a él por la vía de procesos productivos y transformación su sacrificio será inútil”, agregó.
Adame de León insistió en que los recursos que se generen deben destinarse a cambiar la realidad de la presentación de los productos y el muy bajo valor que tienen en el mercado, así como mejorar las condiciones de vida de los campesinos.
Malos pronósticos
Recientemente el diputado priista, Ulises Adame de León, consideró que México se podría condenar a ser importador de alimentos y dependiente, ya que no se preparó en el campo para afrontar las consecuencias, del capítulo agropecuario pleno del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN).
Añadió que actualmente el país es una de las mayores naciones importadoras del mundo, por lo que dentro de la reforma hacendaria en el Congreso de la Unión debe considerarse sacar adelante a quien todavía tenga capacidad de producir el campo.
Y es que el legislador del Partido Revolucionario Institucional (PRI) señaló que en la actualidad un productor de EU recibe de subsidio anual 22 mil dólares, mientras que en México no llega a 500.