El gobernador de Baja California Sur, Narciso Agúndez Montaño, precisó que los daños en los poblados tras el paso del huracán "Henriette" dejaron daños que no se han cuantificado en servicios públicos como agua potable, drenaje, carreteras y especialmente en el suministro de energía eléctrica y vivienda.
El mandatario local descartó en entrevista televisiva, que existan víctimas mortales tras el paso de meteoro y precisó que el incidente donde una turista extranjera que murió luego de ser arrastrada por una ola ocurrió antes de que el huracán tocara tierra, por lo que el deceso no se le atribuye al fenómeno natural en tierras bajacalifornianas.
Comentó que será el día de hoy cuando realice un recorrido en el municipio de Los Cabos, el más afectado, para analizar los daños. Agregó que la tarde de ayer recibió una llamada del presidente Felipe Calderón para informarle sobre la instrucción girada a los titulares de la Secretaría de Turismo y Marina para desplazarse a las zonas afectadas y atender la emergencia.
Agúndez Montaño precisó que otras de las comunidades más dañadas fueron Los Barriles, San Antonio, Los Clanes y La Paz, principalmente en su área rural, debido a esto adelantó que pedirá al gobierno federal declarar zona de desastre.
En cuanto a la infraestructura turística señaló que no presenta mayor afección debido a que los hoteleros cuentan con una cultura y conciencia de la prevención y cada hotel cuenta con su planta de energía así como drenaje.
Comentó que con el paso del huracán no todo fue negativo, sino que las intensas lluvias beneficiaron al sector agricultura, ganadería, pesca y la recarga de los mantos acuíferos que en ocasiones se ven afectados por la escasez del vital líquido.