GUADALUPE VICTORIA, DGO.- Convertidos en “ángeles guardianes” los inspectores municipales, Hugo Atilano Pacheco y Jorge Armando Serrano Saines, recogieron a un niño de tres años que estaba prácticamente abandonado por su padres en medio de la cinta asfáltica de la avenida Jesús Agustín Castro.
Fue el lunes pasado cuando a la altura de una de las curvas de la citada avenida vieron a un niño pequeño que inocentemente jugaba sobre la cinta asfáltica, cuando un vehículo estuvo a punto de atropellarlo; sin embargo, por fortuna, logró frenar a tiempo. Obviamente, el menor se asustó pero continuó corriendo como si nada hubiera sucedido.
En ese momento ambos inspectores se extrañaron de que ningún adulto surgiera para proteger al infante, por lo que decidieron bajarse del vehículo oficial y preguntarle por sus padres; el menor apenas pronunciaba palabras cortas como “mamá, papá, va” y hacía algunas señas como indicando hacia dónde se habían ido.
Pese a que dicha actividad no está dentro de su trabajo como inspectores, Hugo Atilano y Jorge Armando sintieron la responsabilidad social de ayudar al menor e iniciaron la búsqueda de sus padres.
Empezaron a preguntar si conocían al niño; no obstante, nadie les dio razón. Se adentraron a la colonia Ejidal en las primeras casas cercanas a la carretera a Ramón Corona, pero otra vez nadie les dio respuesta sobre la identidad del niño.
Transcurrió casi una hora, y previendo el compromiso de trabajo que tenían por cubrir un recorrido, los inspectores decidieron ir a Seguridad Pública esperando que la madre del menor ya lo hubiera reportado como perdido; sin embargo, no sucedió así.
A pesar de la situación, los inspectores optaron por iniciar una búsqueda más de los padres del menor, pero esta vez acompañados por una agente de la Policía Preventiva.
Dotado de un puño de golosinas, el niño se subió otra vez al vehículo de Inspección Municipal y esta vez decidieron hacerle caso a las indicaciones del pequeño que en sus cortas palabras les decía por dónde vivía.
Así, llegaron a una casa de la colonia ejidal, pero no encontraron a nadie. Por fortuna, los vecinos informaron a los inspectores que, en efecto, ahí vivía el niño con sus padres José A. Rodríguez y Araceli Vitela, pero en ese momento no se encontraban en el lugar.
Los inspectores solicitaron información sobre otros familiares, llevando al menor en cuestión con sus abuelos maternos, quienes por fortuna sí estaban, dejando el niño sano y salvo, luego de transcurridas dos horas.
Para los inspectores fue una buena experiencia estar al cuidado del menor, darse cuenta de la importancia del cuidado de los niños y de estar siempre dispuestos como servidores públicos a ayudar a quien lo necesita; en este caso dejaron a la criatura en manos y no en la cinta asfáltica, donde los resultados pudieron ser lamentables.
El director de Inspección Municipal, Juan Esquivel Rodríguez, señala que para él esta acción es motivo de satisfacción, pues demuestran el compromiso que hicieron con la ciudadanía de servirles, pese a que son jóvenes, pero con un alto espíritu de servicio.
De cualquier manera, este caso será turnado al DIF Municipal a cargo de Nena Antuna de Quiroz, para investigar a dicha familia, por el descuido del menor, específicamente por parte de los padres.
