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Avatares, triunfos y derrotas de la izquierda| Hora Cero

Roberto Orozco Melo

Todo fanatismo se deplora, pero cuando se extiende al ataque o defensa de alguna posición política extrema se convierte en cosa indeseable y de pésimo gusto. La exaltación polémica es el viejo recurso protagónico de los líderes de la izquierda ideológica, pero la experiencia nos recuerda que también los adalides de la derecha han sido proclives a recurrir a los altercados verbales ante cualquier tema o acontecimiento político, especialmente en los tópicos electorales.

Lo que jamás se había visto en las 16 anteriores reuniones protocolarias de la Cumbre Iberoamericana tuvo lugar el domingo 11 de noviembre en Santiago de Chile cuando culminaba la sesión final de ese cónclave: ayer lunes 12 devino punto de escándalo en los medios de comunicación social internacionales: el Rey de España, Juan Carlos de Borbón, perdió su natural paciencia ante la agresiva retórica del izquierdista presidente Hugo Chávez de Venezuela, al grado de que aquel gritó a éste, para interrumpir su oratoria: “¿Por qué no te callas?”.

¡Qué se iba a callar! Cuando Chávez usa el micrófono es para lucir su oratoria ante la prensa internacional, y no fue diferente de otras anteriores su actuación dominical ante los Jefes de Estado de Iberamérica: “Señor rey (el título fue pronunciado en tono irónico), ya empezó el debate, señor rey, yo le digo lo siguiente: tenemos 500 años aquí y nunca nos callaremos, mucho menos a la voz de un monarca”. El reconocido carácter flemático del Rey de España había estallado ante las irrespetuosas maneras del caudillo caribeño, el varias veces reelecto “presidente” de Venezuela y muy pronto en forma vitalicia. Así, don Juan Carlos se levantó de su asiento y abandonó de abrupto la barra de honor que presidía la asamblea, para retornar cuando fue a por él la señora presidenta de la República de Chile y anfitriona de la reunión cumbre: Michelle Bachelet.

Molesto y todo, pero sin una aparente implicación desastrosa para las relaciones entre los países, el incidente entre el rey Borbón y el “presidente” Chávez era esperado en estos coloquios desde hace cinco años.

El venezolano guarda una antigua reconcomio contra la monarquía constitucional española y frente al presidente José María Aznar, a quien siempre acusó por apoyar el Golpe de Estado contra su Gobierno en el mes de abril de 2002: así pues no iba a desperdiciar el ámbito de la 17 Cumbre Iberoamericana para saciar su venganza en contra del Rey de España y sacar raja a favor de su manído y utópico proyecto bolivariano de izquierda.

Agresivo y todo el virtual “presidente vitalicio de Venezuela” apuntó de salida ante periodistas y testigos: “Espero que esto no dañe las relaciones, y si las dañara no es culpa mía. Quisiera que las relaciones se mantengan iguales pero que nos respeten (le faltó agregar ¡carajo!) que no se crean todavía superiores a nosotros. Todos somos iguales. Hay que acabar con los antiguos resabios monarquistas. No somos subalternos de ninguna corona”.

Ayer mismo hubo en México reacciones de la izquierda perredista pues un grupo de seguidores de Andrés Manuel López Obrador protestó ante la Embajada española contra el Rey y el Presidente Rodríguez Zapatero por haber contradicho la dialéctica marxista del señor Chávez. Siempre están listos los corifeos del peje a evidenciar su incondicionalidad a favor del pseudo “presidente legítimo” de la República Mexicana, así como de cualquier personaje político extranjero que actúe a contrapelo del sentido común, de la legalidad institucional y de la sensata razón.

En lo que en Chile actuaba (literal) Hugo Chávez a favor de su proyecto americano de izquierda, en México se celebraban varias elecciones: en Michoacán para elegir gobernador, presidentes municipales y diputados locales; en Puebla solamente para alcaldes y legisladores, e igual en Tamaulipas y Tlaxcala. Contra todo rumor alarmista, hubo tranquilidad en los comicios y se prolongó el sistema de legalidad electoral imperante en la República. En Michoacán ganaron el Partido de la Revolución Democrática y su candidato a gobernador Leonel Godoy, quien sólo ejercerá cuatro años el poder local, dada una previa reforma para acomodar las fechas de las elecciones estatales con el calendario nacional de comicios. Los partidos y candidatos de Acción Nacional y Revolucionario Institucional reconocieron sus derrotas y el triunfo del perredista Godoy. Éste, al ser interrogado por la prensa, expresó reconocer como presidente de la República al licenciado Felipe Calderón Hinojosa y ofreció plena colaboración con el Gobierno Nacional. ¡Válganos Dios y nos proteja el cielo! ¿Qué irá a pensar el señor AMLO? ¿Con qué le van a salir ahora al sedicente nuevo Simón Bolívar de América, Hugo Chávez?-

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