Las inundaciones en la entidad provocan que el basurero municipal de Villahermosa se encuentre saturado. En días pasados efectivos del Ejército Mexicano iniciaron la excavación de una fosa que será de grandes dimensiones para enterrar los miles de animales muertos que causó la inundación. (El Universal)
Advierten que la ayuda todavía en necesaria para los damnificados; laguneros se unen y envían apoyos.
Un reporte de la Policía Federal revela que la ayuda que llega a Tabasco ha disminuido.
El flujo de camiones con ayuda humanitaria pasó de 7 a 10 unidades por hora, que se registraron el 3 de noviembre, a 3 por hora, que se contabilizaron ayer, según establece el informe de la Coordinación de Seguridad Regional.
El mayor tráfico se registró en la carretera Coatzacoalcos-Villahermosa, seguida de las carreteras procedentes de Ciudad del Carmen y de Tuxtla Gutiérrez.
El informe de la Policía Federal y el Ejército no establece el tonelaje de ayuda humanitaria -consistente en alimentos, líquidos, ropa y artículos higiénicos- que ingresa al estado.
“Ciudad Universitaria, del 1 al 4 de noviembre, estaba rodeado de camiones con despensas, medicamentos y agua. No nos dábamos abasto para bajar la mercancía. Ahora, están llegando unas cuatro o cinco unidades al día”, advierte un efectivo de la Policía Federal que custodia y abastece a los helicópteros de víveres.
El Ejército estima que del 3 al 5 de noviembre se recibieron entre 180 y 200 toneladas de ayuda diarias vía aérea y terrestre de distintas partes del país.
El día 6 se reportaron 600 toneladas. No obstante, las cifras varían en razón de que el Gobierno estatal e instituciones como la Cruz Roja, recibieron otro tanto sin que fuera reportado a la milicia.
Tan sólo ayer, la Policía Federal repartió en siete horas 13 toneladas con la ayuda de nueve helicópteros y un camión: Dos helicópteros son de la PGR; uno, de Protección Civil de Nuevo León; otro, de la Policía Federal; dos son civiles, y uno del IMSS.
“Se considera que la baja del agua en varias partes del estado y en la ciudad, han hecho eco para deducir en otros estados que la ayuda ya no se requiere y la verdad es que se necesita más ayuda.
“Hay miles de damnificados que no tienen absolutamente nada, más que lo que traen puesto”, explicó Juan Barriozábal, un voluntario de la Cruz Roja, en el centro de acopio de la Avenida Paseo Tabasco.
El Gobierno Estatal recibe un promedio de 20 toneladas diarias.
La ayuda aérea tuvo su mayor intensidad entre el 2 y el 6 de noviembre, tiempo durante el cual se mantuvo un tráfico de 16 vuelos oficiales diarios, 10 comerciales y 3 militares diarios. Los aeropuertos involucrados para apoyar la contingencia fueron Minatitlán, Ciudad del Carmen y Tuxtla Gutiérrez.
El miércoles pasado y ayer, indicó un supervisor de la terminal aérea, sólo arribaron tres vuelos comerciales con un promedio de 20 toneladas de ayuda.
Envía ayuda La Laguna
Con la ayuda de la ciudadanía, los Boy Scouts enviarán el quinto tráiler con 25 toneladas de víveres, ropa, medicamentos y agua, a los damnificados del estado de Tabasco; el movimiento juvenil continuará hasta que los laguneros dejen de acudir a su centro de acopio.
Desde el pasado sábado, los Boy Scouts abrieron un centro de acopio en la calzada Cuauhtémoc y bulevar Independencia, y gracias a la respuesta de la ciudadanía ya se enviaron los primeros cuatro tráileres, cada uno con 25 toneladas de víveres, mismos que ya fueron repartidos entre los damnificados.
Al centro de acopio de los Scouts lo mismo acuden albañiles en bicicleta a dejar un litro de aceite, que empleadas domésticas, amas de casa, trabajadores y empresarios, quienes dejan todo tipo de ayuda: víveres, ropa, agua, y hubo una zapatería que llevó decenas de pares de calzado nuevo.
Por su parte, Eduardo Tricio Haro, presidente del Grupo Lala, dio el banderazo de salida de seis tráileres con 130 mil litros de leche, que se suman a los 43 mil 200 litros que el corporativo envió el pasado dos de noviembre.
La cantidad de leche enviada a Tabasco será suficiente para una ración diaria de 100 mil personas durante una semana. El Grupo Lala también envió 20 mil litros de agua purificada y todo la entrega se realiza a través de la Cruz Roja Mexicana.
Al apoyo de los damnificados también se sumó el Ayuntamiento de Gómez Palacio, pues el alcalde Ricardo Rebollo Acosta dio el banderazo de salida a un tráiler cargado con 40 toneladas, quien además informó que los integrantes del Cabildo donarán un día de su salario o una parte proporcional, y exhortó al resto de los funcionarios a colaborar.
Jesús Rentería Medina, director de Servicios Educativos en la Región Lagunera de Coahuila, informó que con la ayuda de alumnos, maestros y padres de familia, se logró recolectar más de dos toneladas de alimentos.
De acuerdo al funcionario, hoy viernes es el último día para que la comunidad escolar apoye a los damnificados de Tabasco, mientras las despensas se enviarán a través del Voluntariado de Coahuila o de cualquier otra institución u organización que desee llevarlos; además el DIF, el Ayuntamiento y Cáritas de Torreón enviarán este viernes un camión con víveres. (Con información de Cristal Barrientos)
Tabasco, el segundo siniestro más caro
Los daños causados por las inundaciones en Tabasco ascienden a cerca de 7 mil 500 millones de pesos, siendo el segundo siniestro más costoso para del sector asegurador en México, informó la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).
“Considerando todos los ramos de seguros, este es el evento más costoso en México después del huracán Wilma, que registró 19 mil 773 casos valorados en 19 mil 256 millones de pesos.
“Supera incluso al monto pagado por el sector asegurador en el terremoto de 1985, en el cual había muy poca densidad de aseguramiento”, dijo José Morales, presidente de la AMIS, en conferencia de prensa.
De hecho, el ramo de automóviles es el evento que más ha causado pérdidas en la historia del seguro en México, con más de 23 mil vehículos dañados y 2 mil 100 millones de pesos.
En Tabasco, los autos dañados representan 25 por ciento de todos los vehículos asegurados.
“Los niveles de agua no han bajado y la gente está viendo por su vida, no se está acercando a las aseguradoras para reclamar”, dijo Morales.
Advirtió que los daños por las inundaciones podrían aumentar.
En Tabasco, la AMIS tiene aseguradas 20 por ciento de las viviendas, 20 por ciento de los comercios e industrias y 5 por ciento del campo.
Los sectores más afectados fueron: infraestructura urbana, carreteras, puentes, servicios de agua, de salud, telecomunicaciones, instalaciones petroleras, centrales eléctricas, escuelas, hospitales y clínicas.
Estimaron entre tardarán de uno a tres meses en pagar los daños a sus asegurados en Tabasco, sobre todo a comercios y negocios.
Ayer también en la Semana de la Economía organizada por la Universidad Iberoamericana, Guillermo Ortiz, dijo que el impacto económico e inflacionario a nivel nacional por las inundaciones en Tabasco será pequeño, ya que la contribución del Estado al PIB es baja.
Villahermosa, Tabasco
‘Hay que unir esfuerzos’
José Alfredo Ríos Aguilar es un médico pasante que llegó desde Monclova, Coahuila, para ayudar al pueblo de Tabasco afectado por las inundaciones.
“Vine ayudar al pueblo de Tabasco, porque me nació y como médico, estoy consciente de todos los problemas que puede acarrear esto”, manifiesta al salir de su guardia nocturna en el Hospital de la Mujer.
José Alfredo, quien se aloja en el albergue ubicado a un lado del nosocomio, dice que como médico de la Cruz Roja ha estado en otras tragedias en su estado; pero en Tabasco, ha visto miles de damnificados.
“Antes de estar en esta tragedia, tuve una mala experiencia con la explosión de la pipa, ocurrida el pasado 10 de septiembre y en donde murieron 28 personas, así como en la inundación de Piedras Negras, pero no se reportaron tantos damnificados”, comenta.
Confiesa que la decisión de viajar más de 3 mil kilómetros para llegar a esta zona, la tomó de improvisto, cuando su jefe en la Cruz Roja le avisó que la Secretaría de Salud requería de voluntarios.
“Al ver a casi a todo el pueblo de Tabasco bajo el agua, decidí sumarme a la brigada. Esto me ha dado una lección, que hay que unir esfuerzos para afrontar la situación”, asegura.
Así, este médico de 26 años, dice que aunque dejó preocupada a su esposa, se siente orgulloso de formar parte de una brigada de 90 médicos procedentes Coahuila, con la misión de ayudar.
“No nos iremos de aquí, hasta que pase lo pesado de la tragedia. Creo que al menos necesitaremos estar otros 15 días”, sostiene.