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Roma, italia.- Un total de tres millones 222 mil fieles y peregrinos participó durante el año que termina en las diversas ceremonias locales encabezadas por el Papa Benedicto XVI, informó el Vaticano.
La Prefectura de la Casa Pontificia informó que la cifra fue alcanzada al sumar la asistencia a las audiencias generales, a las especiales, las celebraciones litúrgicas y los Ángeles en lo que va de este 2006.
En el mes de junio el Pontífice se reunió con la mayor cantidad de peregrinos (556 mil 600), seguido por el mes de abril (428 mil 300), marzo (342 mil), diciembre (330 mil), mayo (324 mil) y octubre (318 mil 800).
Entre los meses con menos afluencia se encuentran enero, con 264 mil 400 participantes; febrero, con 188 mil 400; agosto, con 105 mil 720; septiembre, con 91 mil 500; noviembre con 83 mil y julio con 55 mil 100.
La disparidad se explica por las diversas festividades a lo largo del año, por ejemplo abril fue de alta asistencia debido a la Semana Santa y el aniversario del fallecimiento de Juan Pablo II.
En contraste, en julio, Benedicto XVI estuvo de vacaciones y no presidió audiencias.
La ceremonia que registró más asistentes, un millón 295 mil, fue el Ángelus, la tradicional oración del mediodía de domingo, que no se interrumpió a lo largo del año, salvo cuando el Pontífice estuvo de viaje.
Luego se ubicaron las audiencias generales de los miércoles, 45 en total este año, y que reunieron a un millón 31 mil 500 peregrinos.
Por lo que toca a las celebraciones litúrgicas asistieron 539 mil 200 personas, mientras las audiencias especiales tuvieron un registro de 357 mil 120 personas.
A esas cifras debe agregarse las correspondientes a las actividades papales en las visitas apostólicas a Polonia (mayo), España (julio), Alemania (septiembre) y Turquía (noviembre), estimadas en millones de personas.
?El año de los quintos centenarios?
Además, el Vaticano cerró el año 2006 como el ?año de los quintos centenarios? al celebrar durante los últimos 12 meses cinco siglos del nacimiento de los Museos Vaticanos, de la Guardia Suiza Pontificia y de la Basílica de San Pedro.
La celebración más importante de estas tres correspondió a los Museos que fueron fundados en 1506 por el Papa Julio II con la adquisición de la estatua ?Laocoonte? que comenzó una rica historia vinculada al pasatiempo de coleccionistas de los pontífices.
Para festejar esta ocasión las autoridades del conjunto de museos organizaron unas iniciativas que se desarrollaron a lo largo del año y consideraron desde exposiciones especiales hasta un congreso internacional.
La ?Posta Vaticana?, considerado el correo postal más efectivo del mundo, emitió en septiembre con motivo de esta celebración una serie de estampillas con la imagen del Laocoonte, conformada por tres sellos pequeños y una tableta.
Contemporáneamente también 500 años cumplió este 2006 la Guardia Suiza Pontificia; llamado el ?ejército más pequeño del mundo? y formado por apenas más de cien miembros, se dedica al cuidado de El Vaticano.
Por ello el cuatro de mayo Benedicto XVI bendijo a ochenta ex guardias que llegaron a la Plaza de San Pedro tras una marcha de 720 kilómetros provenientes desde Suiza y quienes caminaron en recuerdo a sus antepasados que hicieron el mismo recorrido cinco siglos atrás.
El último de los grandes ?quintos centenarios? que se festejó en El Vaticano durante el año fue el correspondiente al inicio de la construcción de la actual Basílica de San Pedro y para recordarlo se abrió al público la exposición ?Petros Eni? (Pedro está aquí).
?El lugar de culto por excelencia de la cristiandad se ha embellecido en el curso de los siglos; Pedro está sepultado aquí, bajo este maravilloso templo adornado por un extraordinario patrimonio artístico?, señaló la presentación de la muestra.
El 18 de abril de 1506 cuando Julio II colocó la primera piedra de la actual Basílica, centro del catolicismo mundial y en la cual, cada año, recorren sus pasillos más de cinco millones de visitantes de todo el mundo.
Según explicó la tradición bajo el altar mayor del templo se encuentran los restos del apóstol y primer Pontífice de la Iglesia Católica, quien fue crucificado cabeza abajo en una colina a las afueras de la Roma imperial (ahora El Vaticano).
