El Papa Benedicto XVI aseguró hoy que los problemas económicos y la fragilidad en el pensamiento de los jóvenes son dos de las razones de las crisis del matrimonio en la actualidad.
Ante un grupo de obispos de Eslovaquia, en visita 'ad limina apostolorum' (cada cinco años), el pontífice señaló que esta situación reduce cada vez más la formación de familias, generando así el descenso en el índice de natalidad.
'La crisis del matrimonio y de la natalidad (se da) en primer lugar por causas de carácter económico que llevan a los novios a retrasar el matrimonio', estableció.
'Se constata (además) una menor consideración social del valor del matrimonio, a la que se une la fragilidad de las nuevas generaciones, a menudo temerosas a asumir compromisos para toda la vida', agregó Benedicto XVI.
El máximo líder de la Iglesia Católica, ante dicho escenario, pidió intensificar la oración y continuar comprometiéndose con decisión para ayudar a las familias a afrontar los retos del presente.
Destacó que los países europeos se encuentran fuertemente marcados por un proceso de secularización basado en las características de las sociedades occidentales, el consumismo, hedonismo, laicismo y relativismo.
