El Papa Benedicto XVI rinde tributo solemne a las víctimas del Holocausto en frente del Monumento dedicado a los 65 mil autriacos judíos que murieron durante el Nazismo. (AP)
El Papa Benedicto XVI rindió hoy un breve homenaje a las víctimas judías de la persecución de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial con una meditación frente al Monumento del Holocausto en Viena.
El pontífice llegó a la Judenplantz de la capital austriaca poco después de las 13:45 hora local (11:45 GMT) a bordo del 'papamóvil', en medio de una intensa lluvia que obligó a los presentes (no más de 100 personas) a refugiarse con paraguas.
Al bajar del vehículo fue recibido por el gran rabino de Austria, Paul Chaim Eisenberg, quien estaba acompañado por un grupo de representantes de la comunidad israelí local, a quienes saludó de mano.
Después se dirigió unos metros a pie hasta el Monumento al Holocausto, un cubo de cemento cerrado herméticamente obra de la artista británica Rachel Whiteread; donde se recogió en una oración mental por espacio de un minuto.
El acto estaba programado como un gesto breve y simbólico como lo explicó el director de la sala de prensa del Vaticano, Federico Lombardi, quien reveló que el deseo de Ratzinger era homenajear el dolor del pueblo judío.
Esto fue confirmado por el propio obispo de Roma durante la rueda de prensa que ofreció a bordo del avión papal que lo trasladó desde la capital italiana hasta el vecino país del viejo continente.
'Estaré unos instantes frente al Monumento del Holocausto para mostrar nuestra tristeza, nuestro arrepentimiento y nuestra amistad con los hermanos judíos para seguir en esta unión que Dios formó con ese pueblo', apuntó.
Al finalizar el homenaje Benedicto XVI abordó de nuevo el 'papamóvil' y se trasladó a la sede de la nunciatura apostólica donde almorzará en privado y continuará sus actividades por la tarde en un encuentro con el mundo político.