El papa Benedicto XVI pasea en Lorenzago di Cadore, Italia, donde el pontífice estará de vacaciones hasta el 27 de julio. (EFE)
El papa Benedicto XVI dio hoy un paseo de una hora por el valle de Stabie, uno de los lugares favoritos de su predecesor, Juan Pablo II, quien en seis ocasiones repitió veraneo en esta zona del noreste italiano.
En su tercer día de descanso en la sierra alpina de los Dolomitas, Benedicto XVI salió a pasear acompañado de un reducido séquito y saludó a una docena de personas con las que se cruzó en el camino.
Ya de regreso a su residencia de Lorenzago de Cadore, el Papa se detuvo a charlar también con dos niñas Kendra y Camilla, que le dieron un ramo de flores violetas y amarillas.
El Papa agradeció el detalle y regaló un rosario a los padres de las pequeñas, que se mostraron muy emocionados por el encuentro.
Benedicto XVI, con aspecto bronceado y relajado también dedicó unos minutos a los periodistas que cubren sus vacaciones y se extrañó de que conocieran tan bien sus pasos.
"Los periodistas siempre lo sabéis todo, pero yo sólo he venido a rezar", añadió, sonriendo.
Las vacaciones del Pontífice prosiguen de manera tranquila: se levanta temprano, celebra la misa en la capilla privada de la residencia de Mirabella -donde se aloja- y ocupa la mañana leyendo o escribiendo.
Por la tarde descansa y aprovecha para hacer alguna excursión como ayer a la localidad vecina de Lozzo y hoy al valle de Stabie. Tras la cena un poco de conversación y lectura.
Benedicto XVI llegó a Lorenzago de Cadore, en la sierra de los Dolomitas, el pasado 9 de julio y permanecerá hasta el 27 del mismo mes, cuando regresará a su residencia de Castel Gandolfo, al sur de Roma.
