La ex primera ministra insistió en que las medidas aplicadas por el general son inconstitucionales e inaceptables, y aseguró que ella se unirá a otros partidos para oponerse al estado de excepción. (EFE)
La ex primera ministra paquistaní Benazir Bhutto tiene intención de viajar a Islamabad para reanudar los contactos con el presidente, Pervez Musharraf, quien el sábado declaró el estado de excepción en el país, según informan hoy los medios locales.
Bhutto, que se encuentra en Karachi (sur de Pakistán), pretende partir hacia Islamabad en las próximas horas, aunque antes ha pedido a los líderes de su formación, el Partido Popular de Pakistán (PPP) que estén preparados para emprender movilizaciones contra el estado de excepción.
En declaraciones a un grupo de periodistas en Karachi, Bhutto aseguró hoy que la acción "desesperada" de Musharraf ha saboteado en la práctica el proceso de diálogo entre ambos, que tenía como objetivo evitar que Pakistán fuera sometido a una ley marcial como la que, según la líder opositora, rige ahora.
La ex primera ministra insistió en que las medidas aplicadas por el general son inconstitucionales e inaceptables, y aseguró que ella se unirá a otros partidos para oponerse al estado de excepción.
"Quiero dejar claro que esto no es un estado de excepción sino una ley marcial, y pido a todos los seguidores del partido y a la población de Pakistán que estén preparados para una movilización", afirmó.
De forma paralela, sin embargo, algunas informaciones que circulan en medios políticos paquistaníes apuntan a que el Gobierno quiere reanudar el diálogo con Bhutto y evitar que ésta lance una campaña de protestas.
Bhutto, una de las pocas líderes de la oposición que no está bajo arresto domiciliario, es percibida como la fuerza principal capaz de encabezar un movimiento masivo de contestación al nuevo orden declarado por Musharraf.
La ex primera ministra alcanzó a principios de octubre un acuerdo con el general por el que éste anuló los casos de corrupción que pesaban contra ella en Pakistán, al tiempo que el PPP no se opuso a la reelección de Musharraf como presidente.
Con el estado de excepción, la validez de ese pacto ha quedado en el aire.