LA COMERCIALIZACIÓN DE LA LECHE DE CABRA
En la comercialización de la leche de cabra existe una simbiosis, entre el productor y la empresa lechera acopiadora de la leche, en la cual el caprinocultor de la región se favorece al tener quien le compre su producto, el que en varios casos tiene su rebaño en lugares apartados, carentes de medios económicos, técnicos y humanos para la obtención de una leche de primera calidad, En definitiva la industria láctea representa en la región una buena actividad económica y social, la misión de estas empresas debe ser el de captar toda la materia prima que el caprinocultor ofrezca, siempre y cuando cumpla con lo establecido, pagando el mejor precio posible.
El productor, por su parte debe de proporcionar un producto con la composición química y los aspectos organolépticos que indique la empresa acopiadora.
Pero, salvo el aspecto anterior, no se debe de poner como excusa el que la leche contiene poca grasa, la cual no pagan o premian cuando va en “exceso”. Se sabe que la empresa es la que determina el volumen total de leche a comprar, sobre todo en épocas de producción abundante, argumentando distancias excesivas, caminos en mal estado, tardanza de los productores en la entrega de la leche.
Aunado a esto, se agudiza la estacionalidad reproductiva del ganado caprino especializado en producción de leche (razas alpina, saanen, toggen), lo que provoca un exceso de oferta del producto y derivados durante los meses de junio, julio y agosto, en los cuales la demanda es comparativamente baja en relación a los meses de octubre, noviembre y diciembre en que su consumo aumenta y la curva lactacional de la cabra se encuentra en su última fase o no hay producción en las cabras por estar en periodo seco y próximos los subsiguientes partos.
En esta simbiosis del caprinocultor-empresario de la industria láctea, es necesario el apoyo del Gobierno Federal y Estatal, para que los dos continúen en el proceso que a cada uno le corresponde, al industrial apoyarlo con un subsidio para la compra de esos excedentes de leche de esta época y no pongan las excusas antes descritas y que no creemos. A los caprinocultores, apoyarlos a disminuir la estacionalidad del ganado caprino, por medio de la sincronización de los celos y la Inseminación Artificial, con la finalidad de poder distribuir en forma más equitativa los partos y por ende la producción láctea durante todo el año y no sólo en determinada época. Así mismo, apoyarlos con la asistencia técnica para que realicen un manejo de sus hatos más eficiente, ya que la mayoría de los caprinocultores carece de recursos para el pago de este servicio y donde se otorga este servicio se está desvirtuando, ya que el técnico sólo está tramitando o gestionando los apoyos de los diferentes programas de la alianza pare el campo, sin proporcionar sus conocimientos para la obtención de un producto lácteo de buena calidad.
Es vital la unión de todos los caprinocultores de la región, con la finalidad de gestionar los recursos de los poyos de los programas del Gobierno Federal o Estatal, por el bien de la caprinocultura regional.
La agrupación Caprilag, que en su momento ha servido para regular e incrementar el precio del producto lácteo, se ha visto afectada por los tropiezos que la misma competencia le ha puesto, pero vemos con esperanza que está gestionando a futuro varios de los proyectos que beneficiarán a la caprinocultura regional, con ese dinamismo debe de entrarle la Unión de Caprinocultores de la Región Lagunera, que en ultimas fechas se ha visto muy apagada o relegada.