El ozono es una variedad alotrópica del Oxígeno, muy conocido por su presencia en la estratosfera, donde se forma por la acción de los rayos Ultravioletas del sol, los cuales absorbe en gran medida, evitando de éste modo su acción perjudicial sobre los seres vivos. El ozono posee un poder oxigenante mayor que el del oxígeno normal, y por ello mejora el proceso respiratorio a nivel celular. Es también conocida la acción germicida directa del Ozono sobre todo tipo de microorganismos, tanto hongos como bacterias y virus. Debido a esta característica, actúa con gran eficiencia como desinfectante y se constituye como el más serio competidor del cloro.
Se considera que el ozono es el desinfectante de mayor eficiencia microbicida y requiere tiempos de contacto bastante cortos. Se ha demostrado que cuando el ozono es transferido al agua mediante un mezclador en línea sin movimiento, las bacterias son destruidas en dos segundos. Por ello, el tiempo de contacto en la ozonización no tiene mayor importancia. La velocidad con que el ozono mata a las bacterias es bastante mayor que la del cloro, unas tres mil veces mayor, debido a que, si bien ambos son oxidantes, tienen acción diferente.
El ozono mata a la bacteria por medio de la ruptura de la membrana celular. El ozono, por sus propiedades oxidantes y de regeneración de oxígeno, es el elemento más indicado para cualquier especie animal, por su acción viricida, bactericida, fungicida y desodorante en general. La mayor oxigenación de los ambientes de cría y un mejor equilibrio obteniendo en los animales, tanto por el efecto iónico como por el efecto bacteriostático y bacteriológico.
El ozono, en su eminente acción bactericida, destruye cualquier bacteria, virus, o gérmenes procedentes; bien del exterior o bien del propio ambiente, en donde encuentre el medio más adecuado para su desarrollo por la existencia de emanaciones de las deyecciones. Una vez que han sido eliminados los elementos contaminantes de principio permanece una sobre carga de Ozono en el aire previniendo cualquier posterior contaminación (acción bacteriostática).
En un segundo plano aparece la acción desodorizante, las circunstancias en que se desarrolla la cría industrial de ganado obligan a concentrar grandes cantidades de animales en sitios relativamente reducidos o estabulados, estas emanaciones que proceden por una parte de los propios animales y por otra de los detritus y las reacciones químicas que tienen lugar en la “cama” (gases amoniacales, ácido sulfhídrico, anhídrido carbónico, etc.), hacen que el ambiente sea viciado, y no apto para las cabras debido a los olores que se originan. El ozono, al destruir por oxidación todas estas sustancias de tipo orgánico, hace desaparecer estos olores convirtiendo el aire viciado a aire apto, donde los animales realizan digestiones más completas, con una mayor asimilación de los alimentos, obteniendo una considerable conversión o aumento en el proceso de transformación de pienso en carne, con su consiguiente rentabilidad. En la actualidad, las altas concentraciones de animales en régimen intensivo o estabulado y el sistema constructivo de las instalaciones, generan una elevada concentración de emanaciones amoniacales, ácidos, y un aumento de la flora microbiana, la cual produce un ambiente irrespirable y falto de oxígeno, esto origina un elevado número de enfermedades, principalmente respiratorias, las cuales reducen el rendimiento de la explotación ganadera. Para corregir esta situación, el ganadero solo utiliza como medida la ventilación de los establos, corrales, a costa de un elevado aumento del consumo de energía en calefacción, y no consiguiendo con ello evitar que los gérmenes y bacterias sigan existiendo en el interior de la granja. En la región lagunera el M.V.Z José Luis Aguilera “Pipo” lo esta usando en los establos que atiende con excelentes resultados, por lo cual se sugiere su uso.