El Senado bloqueó ayer una propuesta de la Oposición demócrata para financiar la guerra en Irak, que también requería que los soldados estadounidenses comenzaran a regresar al país.
La iniciativa fue derrotada por 53 votos en favor y 45 en contra. Eran necesarios 60 votos para que fuera aprobada.
La votación tuvo lugar pocos minutos después que el Senado rechazó una propuesta del oficialismo republicano de destinar, sin anexos ni condiciones, 70 mil millones de dólares para las guerras de Irak y Afganistán.
La propuesta republicana también fue derrotada por 53 votos a favor y 45 en contra y también necesitaba 15 votos más para prosperar.
El líder de la mayoría del Senado, Harry Reid, manifestó que la única forma de destinar el dinero para las Fuerzas era aprobando las restricciones presentadas por los demócratas, y “cualquier otra cosa es simple maniobra política”.
Los republicanos expresaron que los demócratas estaban procediendo de manera irresponsable.
“Necesitamos darle a los soldados el dinero que necesitan, y necesitamos dárselo ya”, dijo el líder de los republicanos en la cámara alta, Mitch McConnell.
Reid y la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, manifestaron esta semana que si el Congreso no puede aprobar las iniciativas que sujetan el financiamiento de la guerra con la evacuación de las Fuerzas, no enviarán este año un proyecto de Ley aprobado por el Congreso al presidente George W. Bush.
En cambio, podrían postergar el tema hasta el regreso del receso en enero, llevando al Pentágono al borde de una pesadilla financiera y profundizando el conflicto sobre la guerra que mantienen los demócratas con la Casa Blanca.
Mientras tanto, sostienen los demócratas, el Pentágono puede gastar dinero de su presupuesto anual de 471 mil millones de dólares sin verse forzado a tomar medidas drásticas.
“Se acabaron los días del cheque en blanco”, declaró el senador demócrata Chuck Schumer.
El subsecretario de prensa de la Casa Blanca Tony Fratto, mientras tanto, manifestó: “El Departamento de Defensa tiene que gastar de su propio presupuesto anual y pienso que aún así existen dificultades para que los soldados reciban los recursos que necesitan para cumplir con su misión”.
“El Departamento de Defensa, los estrategas militares y nuestros soldados deberían concentrarse en las maniobras militares en lugar de las maniobras financieras mientras desarrollan su misión”, dijo Fratto. “Pienso que el Congreso debería enviar este dinero, permitir que estos soldados reciban los equipos que necesitan. No existen razones por las que no deberían recibir el dinero”.
El secretario de Defensa Robert Gates manifestó el jueves que a menos que el Congreso libere los fondos para la guerra en los próximos días, ordenará al Ejército a comenzar a planificar despidos y terminaciones de contratos.
Aumentan deserciones en el Ejército estadounidense
Las deserciones en el Ejército estadounidense han alcanzado su mayor cifra desde 1980, y aumentaron un 80% desde la invasión de Irak en 2003.
Aunque las cifras son muy inferiores a las de la guerra de Vietnam, cuando el servicio militar era obligatorio y no voluntario como ahora, han aumentado paulatinamente en los últimos cuatro años, con un incremento del 42% desde el año pasado.
Según el Ejército, nueve de cada mil soldados desertaron en el año fiscal de 2007, que concluye el 30 de septiembre, frente a siete por cada mil un año antes, En total, 4 mil 698 soldados desertaron este año, frente a 3 mil 301 el año pasado.
El aumento ocurre cuando el Ejército continúa aguantando el grueso de la contienda, por lo que muchos soldados repiten largas asignaciones en Irak y Afganistán. Los mandos militares -entre ellos el jefe del Estado Mayor del Ejército, el general George Casey- han reconocido que el Ejército opera al límite de sus posibilidades, por lo que están haciendo gestiones para engrosar las filas de la Infantería y la Infantería de Marina para dar a la tropa más tiempo de descanso entre emplazamientos.
Pese al continuado aumento de las deserciones, un estudio de las cifras del Pentágono a principios de año indicó que la Policía Militar no se esfuerza por localizar a los desertores y raramente son encausados por los tribunales castrenses los capturados. Algunos son autorizados a regresar a sus unidades, mientras que casi todos son licenciados por conducta deshonrosa.