“Lo terrible del terrorismo es que destruye al final a quienes lo practican”.
Terry Waite
Nadie acusará nunca a los miembros del EPR de gozar de una gran inteligencia política. Esta idea se ratifica ahora que la organización se adjudicó el estallido de una bomba en la tienda Sears de Plaza del Valle de Oaxaca y la colocación de otro artefacto explosivo, el cual no detonó, fuera de una sucursal de Banamex en la misma ciudad.
Estos atentados se registran en vísperas de las elecciones para diputados locales que se llevarán a cabo en Oaxaca este domingo 5 de agosto. Tan incómodos resultan para el PRD —muchos de cuyos activistas y candidatos en el estado provienen de la APPO— que los voceros de este grupo acusaron al Gobierno priista de Ulises Ruiz, de haber ordenado la colocación de las bombas. El EPR se encargó de echar por tierra esta acusación al adjudicarse las dos bombas.
Los estrategas del PRD y de la APPO saben que los comicios de este 5 de agosto pueden ser considerados como un referéndum sobre el gobernador Ulises Ruiz. Están conscientes también de que los plantones, las manifestaciones y los cierres de escuelas han ahuyentado a muchos electores moderados. Los atentados pueden convertirse ahora en un golpe devastador.
Ulises Ruiz ganó una muy cerrada elección en el año 2004 como candidato del PRI. Su opositor, Gabino Cué, era apoyado por una coalición amplia que incluía al PRD y a Convergencia pero también al PAN. Precisamente de la inconformidad con el resultado de esa elección surgieron los movimientos que tanto han afectado al estado de Oaxaca en los últimos tres años.
El gobernador Ruiz se ha convertido con el tiempo en un personaje polémico. Muchos electores que en el año 2004 lo vieron como un candidato aceptable hoy lo rechazan por los errores que ha cometido. Pero también se ha acumulado un voto de castigo en contra del PRD y de la APPO por su radicalismo.
Muchos oaxaqueños podrían quedarse en casa este 5 de agosto en rechazo a todos los partidos y a todos los políticos. Nadie podría culparlos por ello. La clase política, después de todo, ha traicionado a los ciudadanos de Oaxaca. Pero también puede ocurrir que el miedo ante la APPO y ahora ante el EPR, saque a muchos a votar en contra del PRD.
El procurador del estado de Oaxaca, Evencio Nicolás Martínez, ha cuestionado la veracidad de la adjudicación de los atentados del EPR. El hecho de que el documento se haya difundido 18 horas después de la explosión, me dijo él mismo ayer, la hace cuestionable. Las bombas utilizadas, por otra parte, eran de fabricación casera y parecerían no ser producto de una organización guerrillera con experiencia como el EPR.
Sin embargo, el Centro de Documentación de los Movimientos Armados de América Latina de Jorge Lofredo considera que hay buenas razones para pensar que se trata de un documento verdadero. Según este especialista, el comunicado tiene las mismas características que otros documentos emitidos por el EPR. Por otra parte, también la adjudicación del EPR de los ataques contra los gasoductos de Pemex de Guanajuato y Querétaro se produjo tiempo después de las explosiones.
Hay buenas razones para pensar que los atentados afectan electoralmente al PRD y de manera indirecta a la APPO, que consideraría una derrota del PRI como una reivindicación de su causa. En cambio, ayudan al gobernador Ulises Ruiz.
No es nuevo que el EPR muestre falta de inteligencia política. En los años noventa, esta organización, la cual afirma representar a los pobres, asesinó a decenas de policías municipales provenientes de los estratos más pobres de la población. En los atentados contra los gasoductos, puso en jaque no a una empresa privada sino a la mayor de las paraestatales del país. Parecían atentados de un movimiento de derecha.
Los integrantes del EPR, claro está, no realizan estos atentados para lograr que la izquierda gane una elección. No les interesa tampoco fortalecer el papel del Estado en la actual economía mexicana. No comparten objetivos con la izquierda democrática. Quieren destruir al Estado para construir sobre sus cenizas un régimen comunista. Su filosofía es leninista.
El problema es que esta izquierda revolucionaria termina siempre por debilitar a la izquierda democrática. Esto ocurrió en 1994, cuando el levantamiento del EZLN afectó la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas del PRD. El subcomandante Marcos fue uno de los principales impulsores de la elección del priista Ernesto Zedillo al promover el voto del miedo.
Los electores muchas veces no distinguen entre una izquierda y la otra; terminan así por atemorizarse ante ambas. Por eso la APPO buscó deslindarse de inmediato de las bombas del primero de agosto. Por eso hay quienes se preguntan si el EPR está actuando ahora como aliado de Ulises Ruiz. Porque de lo que no hay duda es que los atentados, a cinco días de la elección, favorecen al PRI y perjudican al PRD.
¿DERECHA O IZQUIERDA?
Un Gobierno surgido del PAN propone una reforma fiscal que no es más que un aumento de impuestos. Esta iniciativa afecta principalmente a las grandes empresas, las cuales se las han arreglado siempre para pagar menos impuestos que los demás, por lo que se oponen abiertamente a ella. El PRD, mientras tanto, hace una contrapropuesta, que tiene entre sus medidas una disminución de 100 mil millones de pesos anuales en el gasto público. ¿Dónde quedaron, pues, la derecha y la izquierda? Parecería que los papeles tradicionales se han trastocado en nuestro país.