Soldados libaneses y miembros de la Policía inspeccionan la zona donde estalló ayer una bomba en Beirut, Líbano, a unos días de que inicien las elecciones para presidente en el Parlamento, prevista entre el 25 de este mes y el 24 de noviembre. (EFE)
Se registra el ataque en medio de profundas divisiones políticas y a unos días de que el Parlamento elija a un nuevo presidente.
Una potente bomba mató a un legislador oficialista y a otras seis personas ayer en un suburbio cristiano al este de Beirut, informaron fuentes policiales.
La bomba mató a Antoine Ghanem, de 64 años, miembro del derechista Partido Falange Cristiana, dijeron las fuentes, que pidieron no ser identificadas.
La emisora radial Voz del Líbano, que es propiedad del Partido Falange, confirmó la muerte. Se desconocía de inmediato la identidad de las demás víctimas.
El ataque ocurrió seis días antes que el parlamento se reúna para elegir a un nuevo presidente en medio de profundas divisiones políticas. Ghanem es la octava figura antisiria asesinada desde 2005. Eso incluye a tres legisladores de la mayoría, lo cual ha reducido el margen del partido gobernante en el parlamento.
LBC, una emisora de televisión local, dijo que 20 personas fueron heridas en la explosión, ocurrida en el distrito Sin el-Fil. Varios vehículos y edificios aledaños sufrieron daños por el estallido, que originó una densa nube de humo, señalaron al precisar que hasta ahora se desconoce la autoría del hecho, aunque al parecer el diputado fue el blanco del ataque.
El asesinato de figuras contrarias a la influencia de Siria en los asuntos internos libaneses comenzó con el ex primer ministro Rafik Hariri, quien murió en febrero de 2005, al estallar al paso de su caravana de automóviles un vehículo cargado de explosivos. Políticos antisirios acusaron a Damasco del atentado, pero el Gobierno de Siria ha negado toda participación en el crimen.
La muerte de Hariri generó grandes demostraciones de protesta, que pusieron fin al control del Líbano por parte de Siria luego de casi tres décadas. Damasco debió retirar sus tropas de Líbano en 2005 y poco después fue elegido un Gobierno liderado por políticos enemigos de Damasco.
A partir de ese momento, el Gobierno del primer ministro Fuad Saniora, respaldado por Estados Unidos, ha estado librando una lucha por el poder con la Oposición, liderada por el partido Jezbolá, aliado de Siria. Partidarios de Saniora han acusado a Siria de intentar poner fin a la tenue mayoría del primer ministro en el parlamento mediante el asesinato de legisladores de su coalición.
Luego de ser asesinado en junio el miembro del parlamento Walid Eido, muchos legisladores de la mayoría tuvieron que abandonar el país y pasaron varios meses en el extranjero por razones de seguridad. Otros que se quedaron en el Líbano debieron adoptar medidas extra de seguridad.
Condena mundial por atentado
El Consejo de Seguridad de la ONU condenó el atentado que le costó ayer la vida al diputado cristiano Antoine Ghanem y al menos a otras seis personas en Beirut.
“El Consejo de Seguridad condena este atentado, así como todo intento de desestabilizar el Líbano, particularmente durante este periodo especial”, declaró el presidente del Consejo de Seguridad, el embajador francés Jean Maurice Ripert.
El Gobierno sirio, a través de su agencia oficial de noticias SANA, condenó también el atentado.
Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia se unieron a las voces de condena.
Por su parte, el primer ministro de Líbano, Fuad Siniora, solicitó asistencia a la ONU en la investigación del asesinato del diputado Antoine Ghanem, un acto que el secretario general, Ban Ki-Moon, condenó con dureza.
Siniora aseguró que el atentado en Beirut contra el parlamentario antisirio es “un claro intento para desestabilizar el proceso constitucional” antes de la elección en el Parlamento de un nuevo presidente.
