BIOSÓLIDOS SON BUENOS FERTILIZANTES
MATAMOROS, COAH.- Los biosólidos pueden ser utilizados como fertilizantes en la agricultura y su uso debe ser racional, ya que son lodos residuales provenientes de las plantas de aguas negras sometidos a procesos de estabilización, que por su baja concentración de patógenos y metales pesados pueden ser utilizados como abono.
Dentro del marco del 50 Aniversario del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, Campo Experimental Laguna, se impartieron importantes conferencias por parte de especialistas e investigadores del INIFAP, como es el caso de Hugo Raúl Uribe Montes de la región de Delicias, Chihuahua.
Según el especialista, el uso agrícola de los biosólidos es muy ventajoso, pues aportan el requerimiento total de nitrógeno y fósforo de los cultivos forrajeros e industriales, además de que proporcionan fierro, cobre, zinc y manganeso que de manera normal, están poco disponibles en suelos calcáreos.
Según Uribe Montes, también aumentan la capacidad de retención de agua de los suelos y mejoran su filtración. Además de que benefician a la estructura del suelo, ese tipo de fertilizante aporta carbono y nitrógeno, lo que estimula la actividad de los microorganismos y lombrices que descomponen la materia orgánica.
El uso de los biosólidos es una alternativa viable, que eleva la productividad de los suelos y disminuye los costos de producción en comparación a la tecnología y fertilización química tradicional.
“Además, ecológicamente, es segura siempre y cuando los biosólidos aplicados cumplan con las normas establecidas por la Semarnat y se haga un uso racional de estos materiales”, expuso el experto.
Detalló que las aguas negras cuando son llevadas a la planta de tratamiento, pasan por muchos procesos. Primero entran a través de filtros, donde los materiales grandes y pesados tales como la arena, grava, trapos, pañales, son removidos. Después de la primera filtración, pasan por un proceso lento donde los materiales sólidos pequeños pueden asentarse. Este proceso es conocido como la primera aclaración.
En esta etapa los materiales sólidos son llamados lodo, y con frecuencia son enviados a un digestor, donde se desintegran y descomponen. Los líquidos que pasaron a través del primer proceso de clarificación son tratados con microorganismos, los cuales consumen los nutrientes en las aguas residuales.
Después de que los microorganismos cumplieron su trabajo, deben ser removidos del sistema, así como lo hicieron con las materias sólidas. Este proceso se conoce como clarificación secundaria. El lodo que resulta del proceso también puede ser enviado al digestor, y este proceso es conocido como digestión secundaria.
Los productos que resultan de la digestión primaria y secundaria están valorados como nutrientes y acondicionadores del terreno. Cuando el lodo ha sido tratado y reúne los estándares para ser aplicado al terreno, es cuando se le conoce como “biosólidos”.
“Es importante entender que hay varias formas de tratar las aguas residuales y el lodo, y que pueden ser combinadas en muchas diferentes maneras”, subrayó.