Miles de personas participaron en el tradicional Viacrusis que se lleva a cabo en Cuencamé cada año.
Se antepone la tradición religiosa a la modernidad y globalización mundial
CHALCHIHUITES, ZAC.- Miles de fieles se dieron cita al Víacrucis para renovaron los valores y fe en Cristo, anteponiendo la milenaria tradición a los fenómenos de la modernidad y altos índices delictivos.
Pueblo de santos, Chalchihuites destaca como uno de los principales punto religioso de la grey católica de toda la región de Zacatecas y Durango, pues de acuerdo a las estimaciones del párroco del Templo de San Pedro, presbítero Luis Serrano Rodarte, el viernes fueron testigos de la Pasión de Cristo más de cinco mil 500 personas.
Es cierto –dijo el sacerdote- son tiempos de modernidad, de la globalización, de mucha violencia, donde se menciona la pérdida de valores como principal causa, pero no menos cierto es que en esta Semana Santa la presencia de miles de familias dan muestra de su fe en Cristo para hacer frente a las adversidades de la vida.
Las calles del cuatro veces centenario Chalchihuites se observaban como arroyos de gente, formando un grande mosaico de colores, donde destacaban los también tradicionales “morados”, Hermanos de Nuestro Padre Jesús, y la histórica imagen del Señor de los Entierros.
El suplicio y crucifixión del Mártir del Gólgota se realizó en un gran tumulto de gente de varios lugares de la región, incluyendo a paisanos que llegan de diferentes puntos de la Unión Americana al acto religioso más notorio del año.
Participaron también las agrupaciones de Los Judíos, Hermandad de Santiago de la Espada, entre otros que año con año se organizan bajo la dirección del párroco Serrano Rodarte, quien también encabezó la Marcha del Silencio desde el Templo de Nuestra Señora de las Aguas por las principales arteras del colonial Chalchihuites para regresar acompañando a la Señora de los Dolores.
El Sábado Santo se bendijo el fuego y el agua, así como la celebración de la misa de Resurrección a las 22:00 horas, oficiada por el cura Serrano Rodarte.
Según estadísticas, el año pasado asistieron entre tres y 4 mil personas, hoy fácilmente se estima en cinco mil 500 o más.
Hoy domingo de Resurrección el jubilo embarga a los católicos, Cristo vive en las comunidades y corazones, venció a la muerte, anuncia el padre Luis Serrano, ante un pueblo ejemplo en la preservación de las tradiciones y fe en el Hijo del Hombre.
CUENCAMÉ
Más de dos mil personas participaron en la tradicional representación de la Pasión y Muerte de Jesús en las calles de la ciudad de Cuencamé, con lo que queda comprobado que la costumbre religiosa sigue arraigada en el pueblo.
Por primera vez, se hizo el recorrido de la plazuela de Guadalupe a un pequeño cerro ubicado en las cercanías de la entrada a la cabecera municipal de Cuencamé, con una mayor participación de fieles que en años pasados.
Los católicos de Cuencamé fueron participes de la representación de la vía dolorosa de Jesús que se realiza en muchos lugares del mundo para recordar el sacrificio que hizo Cristo por los pecadores de la humanidad.
El párroco del Templo de San Antonio de Padua, Pascual Lisardo Casas y el Consejo de la Iglesia fueron los encargados de organizar la actividad, en tanto que el grupo de jóvenes representaron los diferentes personajes en ese acto en que se recuerda a quien dio su vida por la humanidad.
Después de varios días de preparación, el evento se llevó a cabo con la participación de miles de fieles que más que en otros años participaron de este recorrido.
Adán Hernández, vocero oficial, platicó que el recorrido estuvo lleno de emotividad, y la gente pudo recordar a través de la representación, lo que sucedió hace dos mil años en la tierra cuando el hijo se Dios se hizo hombre por amor.
Mientras tanto, hoy será un día de celebración para la comunidad cristiana en Cuencamé, así como en todo el mundo, ya que se recuerda cuando Jesús venció la muerte al resucitar y mostrarse victorioso a los hombres.
Significado
El Domingo de Resurrección, es el día en que Jesucristo resucita después de la crucifixión, va al encuentro con sus apóstoles y luego sube a los cielos, también es la finalización de la Semana Santa.
Domingo de Pascua es la fiesta más importante para todos los católicos, ya que con la Resurrección de Jesús es cuando adquiere sentido toda su religión.
Cristo triunfó sobre la muerte y con esto abrió las puertas del Cielo a los creyentes. En la Misa dominical de San Pedro Chalchihuites y Cuencamé se recuerda de una manera especial. Se enciende el Cirio Pascual que representa la luz de Cristo resucitado y que permanecerá prendido hasta el día de la Ascensión, cuando Jesús sube al Cielo.
Los cristianos consideran como pruebas de la Resurrección de Jesús a su sepulcro vacío y sus numerosas apariciones ante los apóstoles luego de este dia.
Cuando se celebra la Resurrección de Cristo, se está celebrando también la propia liberación de los creyentes. Celebran la derrota del pecado y de la muerte. En la resurrección encuentran la clave de la esperanza cristiana.
Con el Domingo de Resurrección comienza un Tiempo pascual, en el que se recuerda el tiempo que Jesús permaneció con los apóstoles antes de subir a los cielos, durante la fiesta de la Ascensión.