Intructrores de buceo dan clases en una piscina que se encuentra instalada sobre los cuatro pilares de la torre de París, dicha piscina mide 15 metros por 15 metros y tiene una profundidad de 1.20 metros.
Aunque el clima es fresco, el cielo está nublado y el agua sólo llega a la altura del pecho, una piscina levantada sobre tierra y diseñada para bucear en medio de París cuenta con un atractivo que carecen las playas tropicales de Bali y Belice: hermosas panorámicas de la Torre Eiffel.
A fin de promover ese deporte, varios instructores de buceo comenzaron a ofrecer clases gratuitas, con trajes de goma, botellas de oxígeno e incluso toallas biodegradables, al pie del monumento más emblemático de la capital francesa.
"A través de agua se puede ver el monumento. Es magnífico", dijo una de las primeras personas que probó la piscina, el turista neozelandés Adrián Carter.
Con un grupo de amigos había pensado subir los 324 metros ( mil 063 pies) de la torre, pero decidió zambullirse en la piscina.
"Es mejor que la Torre Eiffel", dijo Carter, un programador de computación de 28 años, tras efectuar una inmersión de 30 minutos, la primera de su vida.
Además del buceo, la lección incluyó una charla de 30 minutos sobre seguridad y una demostración en la que los instructores compartieron sus consejos más valiosos.
La piscina se encuentra entre los cuatro pilares de la torre y mide 15 metros por 15 metros (50 pies por 50 pies) y una profundidad de sólo 1.20 metros (4 pies).
Aunque calentada artificialmente, el agua tenía una temperatura de unos 22 grados centígrados (71 grados Fahrenheit).
