Todd M. Huizinga, cónsul de Prensa y Cultura de los Estados Unidos de Norteamérica, asignado al Consulado en Monterrey, Nuevo León, visitó la Comarca Lagunera y habló con universitarios de la Universidad Autónoma de La Laguna y empresarios de la región.
Entregó un mensaje orientado a la motivación, para la mejor comprensión de la política exterior de los Estados Unidos de Norteamérica, especialmente en temas binacionales entre México y EUA y otros tratados con Latinoamérica y el mundo. Insistió que: “Hablaba a nombre del Gobierno de su país”, lo que nos remite, automáticamente, al discurso oficial que maneja su Departamento de Estado.
Reconoció que deben hacer más y mejor política internacional y aceptó ha sido insuficiente la participación de su país en temas tales como combate a la pobreza y contaminación; a cambio, pidió mayor comprensión a la postura de su nación y dijo: “Nuestra política exterior está estrechamente vinculada con la interior” y luego profundizó hablando sobre la necesidad de ganar mayor confianza entre sus conciudadanos y los habitantes del mundo, –en ese orden– particularmente en sus propósitos de promover la democracia y la justicia para todos. No faltó quien comentara –estudiante de administración– que esos conceptos correspondían a una “democracia situacional”, aplicada según la conveniencia del país más poderoso del mundo… y las sonrisas no se hicieron esperar.
Los universitarios cuestionaron, con firmeza y respeto, la mala actitud adoptada históricamente por los norteamericanos en problemas comunes tales como migración, tráfico de armas y narcotráfico; le hicieron notar el agravio que representa construir “bardas de la ignominia”; el cónsul aceptó la ineficiencia y mal efecto de algunas acciones emprendidas por las autoridades de su país, justificándolas en términos de: “Necesidad de proteger las fronteras de EUA ante la invasión de terroristas u otros agresores”.
Luego ofreció observaciones interesantes; la primera: “En México, el problema del narcotráfico es mayor porque están peleando por el poder y el Estado de Derecho; en EUA, aunque es un problema de salud pública, aún no amenaza al sistema”; en relación al paso ilegal de armas, comentó: “Aunque los índices de criminalidad son mayores a los de ustedes, las limitantes para prohibir su libre venta se basan en la tradicional defensa de los derechos individuales y la libertad”.
En el caso de Oriente Medio, insistió en que su país actuaba en “defensa de la libertad y la democracia” y porque “había firmes evidencias de que Saddam Hussein poseía los elementos para desarrollar armamento nuclear”; un estudiante replicó, citando información publicada en los medios internacionales, con cifras estadísticas que demuestran las peores condiciones de vida de los iraquíes en el presente, particularmente la población infantil.
Los empresarios le cuestionaron su versión parcial en temas fronterizos, como intentar contener la migración ilegal, en tanto desatienden el abierto tráfico de armas hacia México, que impunemente cruza las garitas norteamericanas; su respuesta fue lacónica, entre lo rescatable quedó el siguiente comentario: “Existe estrecha relación de trabajo entre los políticos mexicanos y norteamericanos, aunque las autoridades mexicanas evadan aceptarlo abiertamente, por razones extrañas”. Nos puso a pensar.
También se habló de las relaciones comerciales y se sintió en el ambiente la insatisfacción por sus respuestas. Lo cierto: la diplomacia de los Estados Unidos de Norteamérica, hacia países de occidente, se sigue deteriorando y con el paso de los años y las malas decisiones políticas y económicas, han favorecido la profundización del distanciamiento, agregándose las desatenciones a los reclamos de Latinoamérica. Oriente Medio, desde siempre ha marcado su distancia, particularmente ante el parcial manejo del problema árabe-israelí, imponiendo sus puntos de vista a través de la fuerza.
El futuro inestable exige soluciones a las demandas de los países pobres, empezando por modificar sus políticas y leyes propias; los ricos, tendrán que encontrar alternativas para seguir adelante en los “negocios“, alcanzar la paz mundial y lograr ofrecerle seguridad y verdadera libertada sus ciudadanos, recordando lo que Platón les advertía a los atenienses: “Entre los ciudadanos no debiera existir pobreza extrema ni tampoco riqueza excesiva pues ambas engendran un gran mal”.
La sociedad del conocimiento también presenta retos que deben tratarse y resolverse para el bien común, advirtiera un experto de la ONU: “Los países ricos deben trabajar más eficientemente para combatir la pobreza, si no por solidaridad, sí por su propia seguridad y calidad de vida”. Al respecto, el Informe de Desarrollo Humano de la ONU declara: “Mientras más pequeña sea la participación de los pobres en cualquier incremento del ingreso, menos eficiente resulta ser el crecimiento como mecanismo de reducción de la pobreza”.
La presencia del Cónsul habla del interés por atacar el problema diplomático; aunque manifieste preocupación por la realidad mundial, deben atender recomendaciones que representan compromiso, solidaridad y acciones eficientes para encontrar soluciones, aunque sabemos que tratándose de dinero, las decisiones son más difíciles. ¿Qué opina?
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