El nombre del finado Papa Juan Pablo II está impreso en el casco del piloto polaco de Fórmula Uno, Robert Kubica. (Archivo)
Quieren que Robert Kubica relate cómo se salvó del gravísimo accidente que sufrió durante una carrera.
El postulador del proceso de beatificación de Juan Pablo II quiere que el piloto polaco de Fórmula Uno Robert Kubica relate cómo se salvo del gravísimo accidente que tuvo recientemente en el Gran Premio de Canadá, cuando circulaba a 280 kilómetros por hora.
Según declaró ayer a la emisora cracoviana RMF el postulador, el sacerdote Slawomir Oder, el relato del piloto podría ser muy interesante, ya que son muchos los que opinan que su salvación se debió a la intervención milagrosa de Juan Pablo II, cuyo nombre lleva en su casco.
Oder quiere asimismo que el piloto describa el amor que siente por el Papa Wojtyla con el fin de publicar el relato en la revista mensual “Totus Tuus” que dirige.
“El señor Kubica es una de esas personas de las que todos sabemos que el Papa Juan Pablo II desempeñó y desempeña un gran papel en su vida, como lo confirma el hecho de que en el casco que utiliza en las carreras lleva impreso el nombre del Papa polaco”, declaró Oder a la emisora.
Al mismo tiempo, Oder desmintió que Kubica pudiese ser escuchado como testigo en el proceso de beatificación de Juan Pablo II, ya que, como señaló, la primera fase del proceso de beatificación se cerró el pasado mes de abril y ahora toda la documentación está en manos del Vaticano, que tiene la última palabra para declararle beato.
Lo que sí se podría hacer es añadir a los documentos del proceso el relato espontáneo de Kubica sobre sus vivencias vinculadas con su accidente y la relación que, según él mismo, pudo tener su salvación con la figura de Juan Pablo II.
Atenúan restricciones sobre misa en latín
El Papa Benedicto XVI aprobó un documento que atenúa las restricciones para celebrar la misma en el latín antiguo usado por la Iglesia durante siglos hasta las reformas de la década del sesenta, informó ayer el Vaticano. Benedicto XVI discutió la decisión con altos jerarcas de la Iglesia en una reunión el miércoles y el documento será difundido en los próximos días, indicó el comunicado.
La decisión se registró luego de meses de debate. Algunos cardenales, obispos y entidades judías se han opuesto a todo cambio, quejándose de varias cosas, desde el texto de la misa antigua hasta preocupaciones de que sería el primer paso para desmantelar las reformas aprobadas en el Concilio Vaticano II, que se realizó entre 1962 y 1965.
La llamada misa tridentina, aprobada en el siglo XVI en el Concilio de Trento, fue dejada de lado por la Nueva Misa que siguió al último concilio. Las reformas ordenaron que la misa se realizara en la lengua de cada país, que el sacerdote hablara a la congregación y no al altar, dando la espalda a los feligreses y que pudiera ser usada por seglares. Para que un sacerdote pueda celebrar la misa en latín antiguo, debe contar con el permiso del obispo local.
INICIA AÑO JUBILAR DEDICADO A SAN PABLO
El Papa Benedicto XVI anunció ayer que la Iglesia celebrará un año jubilar dedicado a la figura de San Pablo, que contempla diversas actividades culturales y religiosas en todo el mundo.
Durante la ceremonia de las Vísperas, en la basílica dedicada al santo en el sur de Roma, el Pontífice señaló que esta decisión se tomó para recordar los dos mil años del nacimiento del también llamado ‘Apóstol de los Gentiles’.
El ‘Año Jubilar Paulino’ iniciará el 28 de junio de 2008 y concluirá el día 29 del mismo mes de 2009, fechas elegidas gracias a los datos históricos que señalan el nacimiento de Saulo de Tarso entre los años siete y diez de nuestra era.
Según el líder católico, Roma será un lugar “privilegiado” para la celebración porque bajo el altar de la basílica se encuentran los restos mortales de Pablo.
Dijo que en el templo y en la abadía que se encuentran junto a él se llevarán a cabo eventos litúrgicos, culturales y ecuménicos, así como iniciativas pastorales o sociales, todas inspiradas en la espiritualidad paulina.
