El Siglo de Durango
Se pretende atacar la desnutrición infantil en la zona indígena de Mezquital, razón por la que se contempla levantar un censo y así poder determinar las condiciones físicas que presentan los infantes de dicho lugar, mientras que se estudia la posibilidad de brindar despensas especiales a niños de hasta diez años, manifestó Francisco Fournier Drew, director del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).
El funcionario enfatizó que la desnutrición en menores de la zona indígena es preocupante, ya que debido a la carencia de una alimentación adecuada, los infantes no alcanzan los niveles óptimos de desarrollo físico e intelectual.
Asimismo, señaló que uno de los principales obstáculos con los que se han enfrentado es la cultura de las etnias, ya que los productos que consumen son limitados y carecen de elementos nutritivos, porque su dieta básica es el consumo de frijoles y tortillas; dicha situación la calificó como una dificultad, ya que las costumbres que tienen deben ser modificadas y lograr que acepten en su dieta más variedad de productos.
COMIDA “CHATARRA”
Por otra parte, Fournier Drew comentó que en la zona urbana es necesario combatir y prevenir la obesidad infantil, ya que a pesar de que esta enfermedad no se ha incrementado de manera alarmante, urgió a que se combata, pues trae como consecuencia otros padecimientos tales como la hipertensión y la diabetes, que con el paso del tiempo el tratamiento de los pacientes enfermos representa una inversión muy fuerte para las dependencias de salud.
“Por cada niño que tenga obesidad se pueden gastar hasta un millón de pesos (en los primeros diez años de tratamiento), ya que posteriormente presentarán enfermedades como diabetes o hipertensión... por eso la importancia de prevenir la obesidad, pues es un factor de riesgo para desarrollar otro tipo de padecimientos”, explicó.
A partir de la reforma para combatir el consumo de comida “chatarra” en las escuelas, se deberán de tomar diversas acciones preventivas y culturales para permear en la conciencia de los padres de familia como en los menores para promover la alimentación sana y balanceada, pero esto sucederá por etapas, aseveró Francisco Fournier.
“Se trata de provocar el efecto ‘dominó’, ahora se trabaja con las cooperativas de las escuelas para que no vendan a los niños productos que atenten contra su salud, se debe contar con un reglamento legal como base, pues las cuestiones de buena voluntad no valen... y posteriormente crear más acciones dirigidas al fomento de cultura de una mejor alimentación, donde los padres de familia juegan un papel primordial y las instituciones también se incluyen”, argumentó el Director del DIF Estatal.