Voluntarios de las islas Solomón en Honiara cargan bolsas de arroz para una de las provincias más afectadas por el tsunami, la del Oeste, cuya capital es Gizo. Donantes locales e internacionales trabajan a toda prisa para distribuir ayuda a los afectados por el maremoto. (AP)
Al menos 28 muertos es el balance todavía provisional del fuerte terremoto.
Entre los escombros de localidades arrasadas por el tsunami de la víspera en la costa occidental de las Islas Salomón había sobrevivientes que hurgaban el martes en busca de comida y agua. Las autoridades dijeron que el siniestro causó 28 muertos aunque todavía intentan llegar a comunidades remotas.
Las primeras imágenes de televisión sobre la zona devastada fueron tomadas desde helicópteros luego del doble desastre del lunes un terremoto seguido minutos después por un elevado muro de agua. Las escenas mostraban esfuerzos de construcción entre las derruidas casas de lámina que estaban en el litoral colmado de lodo.
Había también hombres, algunos con el torso desnudo y pantalones cortos, que hurgaban entre los escombros. Algunos edificios se inclinaban riesgosamente sobre zancos rotos.
Arnold Moveni, director del comité de desastres de la provincia Occidental que fue la más golpeada, dijo que está confirmado el deceso de 28 personas pero temía que aumentara el número de víctimas. La mayor parte de los cadáveres fueron encontrados por lugareños cuando buscaban parientes entre los restos de casas y pertenencias, refirió.
Hay informes de cinco muertos en la vecina Papúa Nueva Guinea, pero el dato no está confirmado.
El Gobierno suspendió la alerta de tsunami que instaló el lunes, aunque persisten temblores fuertes que causan nerviosismo entre la población. Además, las autoridades instan a las personas para que retornen a sus hogares.
El vocero de la Administración Nacional de Desastres Julian Makaa dijo a la emisora Australian Broadcasting Corp. que la evaluación inicial mostraba daños en 916 casas y una "cifra muy preliminar" de unos cinco mil damnificados.
La Cruz Roja dijo que unas dos mil personas se habían quedado sin casa en Gizo, el principal centro poblacional con unos siete mil habitantes, y que aún no se llega a aldeas alejadas donde se teme que la situación sea mucho peor.