De acuerdo a consultores de Bancomext, Japón es una economía complementaria con México y que ofrece grandes oportunidades de exportación.
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Luis Jorge Murra, es un joven representante de una empresa fabricante de alimentos y muebles de La Laguna. Su producción está enfocada cien por ciento al mercado nacional, sin embargo, tiene interés de diversificar su mercado hacia el Japón.
Dijo que hace siete años realizaron exportaciones de muebles a Arabia Saudita, pero ahora ve con gran interés el alto poder de compra de los consumidores japoneses, por lo que buscará aprovechar el Acuerdo de la Asociación Económica (AAE) México-Japón y trabajar para la exportación de alimentos.
Dentro del marco de la Semana de Exportación a Japón, José Ramón Galindo, consultor externo del Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext), explicó que aún cuando el consumidor japonés es mucho más exigente en la demanda de productos de importación, destacó que una de sus principales ventajes es que es un comprador fiel y leal con los productos de calidad.
Japón es la segunda economía más importante del mundo, es un país emergente, pero que importa el 60 por ciento de sus alimentos. La balanza de pagos de este país de oriente es mucho mayor a la reportada por la Unión Americana, destacando por su mayor poder de compra per cápita, el cual se estima en 34 mil dólares anuales.
Comentó Galindo que México cuenta con la infraestructura en puertos adecuada para iniciar una mayor exportación de productos, sin embargo, reconoció que se carece de puertos secos y el desarrollo de infraestructura en trenes y carreteras.
La cercanía que se tiene en La Laguna con Estados Unidos permite al consultor señalar que por “comodidad” muchos empresarios han optado por no diversificar sus mercados y seguir vendiendo sus mercancías a los americanos.
Sin embargo, el AAE ha permitido a México desde abril de 2005 ser el segundo país con quien se tiene un acuerdo de libre comercio, lo cual es una ventaja que consideró se debe de aprovechar.
Mencionó que a partir del año pasado, México ha logrado movimientos importantes en la balanza comercial con Japón, por lo que recomendó aprovechar los cupos sensibles para la exportación de prendas de vestir independientemente de los alimentos frescos.
Otros acuerdos
Galindo advirtió que es necesario que los empresarios mexicanos aprovechen el acuerdo comercial con Japón ahora, ya que otros países como Estados Unidos, China y Corea buscan también signar un acuerdo y tener un trato preferencial al igual que México y Singapur.
La carne de puerco y de res, así como frutas exóticas y tradicionales como la naranja y el limón están siendo exportados al mercado japonés, así como el atún aleta azul.
Por su parte, René Espinosa, consultor externo de Bancomext, opinó que los empresarios mexicanos están desaprovechando la oportunidad de exportar ante los mitos existentes sobre ese país de oriente.
Opinó que es el tiempo oportuno para descartar el mito de que es un país lejano y que representa altos costos la transportación de las mercancías. Dijo que la modernidad tecnológica ha logrado abaratar los medios de transporte, en tanto la globalización a permitido una apertura de los mercados del mundo.
Mencionó que el costo del flete de un cargamento de la Ciudad de México a Nueva York es similar si se envía a Asia. Dijo que hoy en día un gran número de embarques llega a México con exportaciones de Japón, sin embargo se regresan vacíos a su país de origen, por lo que se aplican descuentos especiales para exportadores que deseen comercializar sus productos en Asia.
Espinosa destacó que la modernidad y la apertura comercial “facilitan a una Pyme el envío de un embarque a cualquier parte del mundo en 72 horas”.
Un matrimonio perfecto
De acuerdo al consultor existen entre México y Japón grandes similitudes, tanto en una identidad cultural, en los valores e historia. Debido a que el consumidor japonés es más sofisticado y educado, él conoce algunas etapas de la historia de México, así como a artistas, películas o novelas mexicanas, por lo que “hay un afecto especial por el país”.
Mencionó que ambos países son economías que se complementan perfectamente, algo similar a “un buen matrimonio”. Japón es el primer importador de alimentos en el mundo, es decir al doble a lo que lo hace Estados Unidos.
México, por su parte, producto un gran número de productos agropecuarios, entre los que destaca la exportación de limón y mango al mercado nipón, es también un excelente exportador de tecnología intermedia, en tanto su socio comercial oriental es de alta tecnología.
El consultor reconoció que “un acuerdo comercial es magnífico, pero también es necesario que alguien lo use”. Para quienes aún no han volteado a mirar a Japón como un mercado con potencial de exportación, destacó que de acuerdo a un análisis de precios de productos agropecuarios y pesqueros de exportación, el mercado nipón paga tres a cuatro veces a lo que paga el mercado americano.
Consideró que los empresarios mexicanos no deben desaprovechar esta oportunidad, como lo están haciendo en Michoacán, Chiapas y Veracruz con sus ventas de melón, mango y limón, respectivamente.