George Bush durante su intervención en la cena presidencial del partido republicano donde instó a sus copartidarios a ganar la presidencia en 2008 y retomar el control del Congreso.
El presidente de EU., George W. Bush, expresó su respaldo a una enmienda que daría más fondos para la seguridad fronteriza, en un intento de rescatar así el proyecto de ley de reforma migratoria que languidece en el Senado.
En un discurso ante la Asociación de Constructores en Washington, Bush indicó que respalda la llamada "enmienda Graham" al proyecto de ley, que prevé que el dinero de las multas por violaciones migratorias se destine a reforzar la seguridad fronteriza y los controles migratorios en los puestos de trabajo.
Por el momento, el Departamento del Tesoro adelantaría cuatro mil 400 millones de dólares para la seguridad fronteriza, que se recuperarían con los ingresos de las multas.
Con esta iniciativa, Bush espera convencer a senadores republicanos que hasta ahora se mostraban contrarios al proyecto de ley para que lo respalden y permitan la aprobación de esta medida.
El proyecto de reforma migratoria, que abre una vía para la legalización de los cerca de doce millones de inmigrantes ilegales que se calcula viven en el país, y establece un programa de trabajadores temporales, necesita el apoyo de al menos 16 de los 49 senadores republicanos para salir adelante.
Esos 16 votos se sumarían a los 51 con los que cuentan los demócratas para lograr la mayoría de dos tercios -67 escaños- necesaria para superar cualquier intento de bloqueo.
El proyecto de ley quedó estancado hace una semana en el senado después de que no lograra los votos necesarios para poner fin a su debate, lo que permite que se sigan presentando enmiendas indefinidamente.
Bush, que defiende el proyecto de ley, lanzó esta semana una campaña de presión personal sobre los senadores republicanos para tratar de persuadirles de la importancia de aprobar la reforma migratoria.
En su discurso de hoy, el presidente insistió en que entiende que la reforma migratoria es un asunto "muy emotivo", en la que la gente tiene perspectivas muy diferentes sobre las medidas a tomar.
Sin embargo, recordó que tal y como está el sistema actual no funciona y cuando algo no funciona "uno tiene la obligación de arreglarlo".
